A partir de las medidas implementadas durante la pandemia y la gran pausa que hubo en diversos procesos de nuevos modelos de salud, muchos países volvieron a concentrarse en los compromisos previos a la covid-19. De esta forma se espera que exista una mejor cobertura sanitaria universal para el 2030.
La atención primaria de salud (APS) será una vía rápida para lograr esta cobertura universal. De acuerdo con este artículo del Program for Appropriate Technology in Health (PATH), la APS cubre entre el 80% y el 90% de las necesidades de atención médica de por vida, y generará mejores resultados de salud. Sin embargo, y a pesar de los diversos compromisos y expectativas globales, la APS cuenta con un financiamiento escaso y un uso mínimo, ya que casi la mitad de la población no tiene acceso a servicios sanitarios.
Una de las razones principales por las que ha tenido poco éxito a nivel mundial son las bajas asignaciones de fondos nacionales en la atención terciaria o secundaria. Recordemos que, para que el acceso a una cobertura universal de salud se convierta en una realidad, la APS debe considerarse una prioridad en las agendas mundiales y nacionales, ya que es el medio más rentable, inclusivo y efectivo para lograr que la población disfute del derecho a la salud.
