El informe Tendencias en la mortalidad materna, realizado por el Grupo Interinstitucional de Estimación de la Mortalidad Materna de las Naciones Unidas (MMEIG) comparte un dato alarmante e inaceptable: cada día, en 2020, aproximadamente 800 mujeres murieron por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto, lo que significa que una mujer muere cada dos minutos.
El sangrado severo, la presión arterial alta, las infecciones relacionadas con el embarazo y las condiciones subyacentes que pueden agravarse con el embarazo (como el VIH o la malaria), son las principales causas de muerte materna. Todas son prevenibles y tratables en gran medida con acceso a una atención médica respetuosa y de alta calidad.
Sin embargo, la atención primaria de salud no está al alcance de todas. Se estima que un tercio de las mujeres no se somete ni siquiera a cuatro de los ocho controles prenatales recomendados, mientras que unas 270 millones de mujeres carecen de acceso a métodos modernos de planificación familiar.
A partir de un seguimiento de las muertes maternas a nivel nacional, regional y mundial entre del año 2000 al 2020, el informe estima que hubo 287 000 muertes maternas en todo el mundo, tan solo en 2020.
En Europa y América del Norte, y América Latina y el Caribe, la tasa de mortalidad materna aumentó de 2016 a 2020 en 17 % y 15 %, respectivamente. En el caso de Australia y Nueva Zelanda, y Asia central y meridional, las tasas descendieron en 35% y 16%, respectivamente.
Es urgente invertir en salud y garantizar equidad en la atención para que todas las mujeres, sin importar dónde viven, tengan la oportunidad de un parto seguro y un futuro saludable.
En este enlace pueden consultar el informe completo, donde también se encuentran los perfiles por país y una visualización de datos.