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Del papel de los ciudadanos en la preparación para futuras pandemias

Con la finalidad de contribuir a una nueva era de cooperación multilateral, para reducir los peligros del COVID-19, prevenir la próxima pandemia, y permitir que el mundo logre los objetivos acordados de desarrollo sostenible, la denominada Comisión Lancet emitió en el mes de septiembre su informe de lecciones sobre la pandemia originada por el virus del SARS CoV-2.

Uno de los elementos más novedosos dentro de este informe es el enfoque en las acciones prosociales para la respuesta rápida ante un nuevo brote. De acuerdo con este, el controlar la transmisión comunitaria recae en la necesidad de actuar ante un nuevo brote lo antes posible, a través de acciones de los individuos. Las conductas prosociales incluyen aquellas orientadas a apoyar a otros para mantener la seguridad, promover la salud y la atención social dentro y fuera de los establecimientos de salud, y promover la cohesión y ayuda mutua, y van desde hacerse pruebas de diagnóstico, aislarse en caso de dar positivo a una prueba, cuarentena preventiva después de la exposición, medidas de distanciamiento en espacios públicos, ventilar los espacios compartidos, aplicar medidas de limpieza y desinfección, etc.

De las decisiones y acciones responsabilidad de los gobiernos

Si bien estas medidas están centradas en el individuo, los gobiernos deben proporcionar apoyo para que la gente pueda hacer estos cambios de comportamiento. Tal apoyo incluye prontitud en la implementación de pruebas de alta calidad, con amplia accesibilidad y asequibilidad; provisión gubernamental de instalaciones públicas de aislamiento y cuarentena para las personas que viven en condiciones que impidan el aislamiento en el hogar; provisión de apoyo económico y social; suministro y despliegue de alta calidad y oportuna de información pública; prestación de servicios gratuitos; y fácil acceso a vacunación, entre otros. 

Por otra parte, están los regímenes de control, como son las estrategias de mitigación y las de supresión, cuyo propósito principal es ganar tiempo hasta la llegada de mejores herramientas, como vacunas y terapias. El recuento final de costos y beneficios de una estrategia u otra es necesariamente provisional hasta que exista una política de salida, ya sea a través de contención mundial o a través de un alto nivel de vacunación y acceso a medicamentos eficaces. El uso adecuado de las medidas de mitigación o supresión, como son los bloqueos, debe ser visto como un mecanismo temporal para proporcionar una ventana de oportunidad para que los sistemas de salud construyan y habiliten un sistema más integral, así como un conjunto de medidas sociales y de salud pública, para que menos medidas disruptivas, como pruebas, rastreo de contactos y aislamiento, estén vigentes después de que se levante el confinamiento.

De las recomendaciones 

Finalmente, una de las lecciones mas relevantes que señala el Comité es que “las pandemias requieren respuestas cooperativas en lugar de comportamientos egoístas y contraproducentes”.  Se requieren esfuerzos coordinados a nivel mundial para lograr poner fin a la pandemia de COVID-19 de manera rápida y equitativa. La innovación es un factor clave y determinante para enfrentar situaciones de emergencia sanitaria a escala global; por ello, es recomendable y necesario que todas las naciones impulsen un sólido ecosistema que coadyuve a agilizar todo el flujo de la innovación. Desde establecer acuerdos entre sectores público, privado y social para la investigación de diagnósticos, vacunas y tratamientos, hasta el establecimiento de políticas que permitan una ágil aprobación regulatoria de dichos insumos y su adopción por parte de los sistemas de salud. La pandemia demostró que los países que mejor respondieron a la emergencia sanitaria son aquellos que fomentan la innovación para atender las necesidades de salud.

Los países deben fortalecer los sistemas nacionales de salud con enfoque en la salud pública y la cobertura universal de salud basada en los derechos humanos y la igualdad de género. Además de fortalecer los sistemas de salud, cada país debe determinar y expandir planes nacionales de preparación para prevenir y responder a nuevas enfermedades infecciosas emergentes, para cumplir con los desafíos urgentes de la preparación para una pandemia.

Colaboración entre AMIIF y la Dirección General de Impulso Económico Global de la Secretaría de Relaciones Exteriores

  1. Los siguientes comentarios se refieren a apartados extraídos del informe publicado el 14 de septiembre 2022 La Comisión Lancet sobre las lecciones para el futuro desde la Pandemia de COVID-19:  https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(22)01585-9/fulltext
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