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Panelistas:

  • Robyn Norton, co-fundadora y directora fundadora del George Institute for Global Health
  • Edson Serván-Mori, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP)
  • Sarah Aiosa, Vicepresidenta Senior y Presidenta para Latinoamérica de Merck & Co. Inc (MSD)

Moderador: 

  • Sharzy Molina, Directora General de FAICIC Centro de Investigación Clínica

Sharzy Molina, Directora General de FAICIC Centro de Investigación Clínica

  • En todo el mundo sabemos que más de 41 millones de personas están muriendo por enfermedades no transmisibles lo que cual equivale al 71% de la población en general.
  • Para la región de América Latina cada 2 segundos mueren personas menores de 70 años por alguna enfermedad no trasmisible.
  • Es necesario redoblar esfuerzos en salud y poner al centro de todo a las enfermedades no transmisibles como un impacto mundial, no solamente en un tema de salud, sino en un tema de crecimiento económico, teniendo en cuenta y perfectamente claro que la inversión que se puede hacer en este tema no es equivalente al gasto que se genera por estas enfermedades.

Robyn Norton, co-fundadora y directora fundadora del George Institute for Global Health

  • De acuerdo con un estudio realizado por investigadores del George Institute, en donde se estudiaron los éxitos o no del Comité de la ONU para la eliminación de la discriminación de la mujer existen cuatro principals situaciones de vulnerabilidad para la mujer:
    • Mujeres que experimentan riesgo de violencia de género
    • Mujeres que experimenta una política de género
    • Mujeres que han buscando refugio o asilo
    • Mujeres que se identifican como LGBTQ+
  • Se determine que los países que experimentan una crisis humanitaria serán menos capaces de implementar leyes que protejan a la mujer, que los países que no estaban experimentando una crisis. 
  • En el George Institute se produjo en 2016 un informe de políticas sensibles al género y las Enfermedades No Trasmisibles, en colaboración con la Universidad de Oxford, enfocadas en la importancia de ampliar la agenda de investigación actual para la salud de la mujer desde una perspectiva, casi exclusiva, en salud sexual y reproductiva, para incluir también el enfoque en las principales causas de muerte y discapacidad. 
  • Actualmente se tienen dos importantes proyectos debido a la ausencia de políticas en Australia y el Reino Unido; en el Reino Unido tenemos un proyecto enfocado en ciencias médicas, sexo y equidad de género, enfocado en sustentar recomendaciones para crear políticas que aseguren que las mujeres se incluyan adecuadamente en la investigación médica y que desagregemos los datos por sexo y género. 
  • También estamos haciendo un proyecto muy similar en Australia llamado “Sex and Gender Health Policy Project”, en el cual se trabaja con los principales institutos de investigación para garantizar que los investigadores comprendan la importancia y se aseguren de incluir a las mujeres de manera rápida y adecuada en la investigación y desagregar sus datos también. 

Edson Serván-Mori, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP)

  • Las disparidades asociadas al género en materia de salud no solamente son por la distinción binaria, biológica o geológica de distinguir hombres y mujeres, el género en realidad tiene consecuencias mucho más profundas incluso que impactan en la reproducción de asimetrías y desigualdades y asimetrías de poder y desigualdades sociales.
  • Las preguntas de investigación que nos mueven en este proyecto de investigación son las siguientes:
    • ¿Cuál es la carga sanitaria y económica de las enfermedades no transmisibles en mujeres y hombres mexicanos? 
    • ¿Cómo podemos apoyar a los investigadores, los formuladores de política pública y a las organizaciones de la sociedad civil para mejorar los esfuerzos de prevención y manejo de las enfermedades no transmisibles de mujeres mexicanas? 
  • Nuestro objetivo es analizar desde una perspectiva de género, cómo la carga de las enfermedades no transmisibles impactan entre hombres y mujeres, asimismo, comprender el contexto político y del sistema de salud en el que existen las desventajas experimentadas por las mujeres en esta materia y formular, por supuesto, recomendaciones de intervención para atenderlas. 
  • A partir de los hallazgos que estamos encontrando en este proyecto, consideramos que hacer frente a la creciente carga de las enfermedades transmisibles y a las desigualdades estructurales en salud, requiere de un sistema de protección social en salud sensible al género.
  • Buscamos que este sistema de protección social en salud no solamente considere el tema del género como un asunto binario, sino que vaya un poco más allá en la comprensión del rol del género en las desigualdades sociales y que contribuya, por tanto, al ejercicio efectivo y equitativo de derechos esenciales en el tema de lo social.
  • Respecto a las enfermedades no transmisibles hay una carga diferencial por género, en particular, llama mucho la atención que, tanto en hombres como en mujeres, la tendencia en la carga de la enfermedad ha sido creciente, no así en el caso de las neoplasias y de las enfermedades cardiovasculares. 
  • Existe un riesgo diferencial de ruina económica atribuible al género y a la carga demográfica al interior de los hogares; en aquellos hogares donde la cabeza de familia es una mujer y además existe presencia de adultos mayores como indicador o trazador de alto riesgo de presencia de enfermedades no transmisibles, el riesgo de ruina económica, social a las necesidades de salud es de casi 15% mayor frente a sus pares los hogares encabezados por hombres que no tienen un adulto mayor en sus hogares.
  • Existe una ausencia de políticas sensibles al género, lo que nos sugiere que existe una visión claramente reduccionista del rol del género en la en la agenda pública.
  • Los sectores ajenos al sector salud se consideran como sectores externos que establecen que la responsabilidad de la salud y el género corresponde solamente al sector salud, lo que nos lleva a la necesidad de tener una perspectiva mucho más integral sobre los posibles efectos del género en materia de protección social. 
  • En México del 2015 al 2021 se registraron alrededor de 1.3 millones de muertes a causa de alguna enfermedad no transmisible, 40% de ellas por diabetes y 38% por cánceres y neoplasias. Esto, expresado en materia de productividad o pérdida de productividad, se estima que es de alrededor de 135 mil millones de dólares.
  • El papel diferenciado que tienen las mujeres al interior de los hogares en materia de cuidado es muy importante, se estima, a través de encuestas poblacionales, que alrededor de 75% del tiempo dedicado al cuidado de los miembros del hogar recaen sobre la mujer. Lo que en materia de costo de oportunidad puede alcanzar hasta casi 100 mil millones de dólares para el caso de las mujeres, frente a la tercera parte en el caso de los hombres. 
  • Además, existe un mayor cuidado familiar hacia los hombres que hacia las mujeres y este cuidado familiar recae en las mujeres. Los hombres tienen mayores consideraciones laborales, mayor posibilidad de ausentarse, mayor control sobre sus tiempos, etcétera. 
  • En contraparte, las mujeres experimentan más barreras de acceso a los servicios de atención. Tienen menor poder de negociación en términos de sus funciones. Esto también impacta sobre la forma en cómo se alimentan al interior de los hogares. 

Sarah Aiosa, Vicepresidenta Senior y Presidenta para Latinoamérica de Merck & Co. Inc (MSD)

  • Muchas veces, las enfermedades no transmisibles son una de las principales causas de muerte y discapacidad en todo el mundo; en MSD, tenemos un importante legado de salvar y mejorar vidas en todo el mundo, pero específicamente en México. 
  • En México hemos operado durante casi 90 años, y eso significa investigar y traer medicamentos y vacunas innovadoras enfocadas en muchas enfermedades no transmisibles como la diabetes, enfermedad pulmonar crónica, etcétera. 
  • En el caso del cancer, esta es una enfermedad no transmisible a la que todos debemos prestar atención. Sabemos que, en México, el cáncer es una de las principales causas de muerte y esta carga está creciendo, lo cual es lamentable porque sabemos que muchos expertos han dicho que uno de cada tres casos se puede prevenir. 
  • Hoy en día hay vacunas que pueden ayudarnos a prevenir el cancer, pero también está la detección temprana, el diagnóstico temprano y todos estos esfuerzos que podemos realizar para reducir la carga del cáncer. 
  • Los cánceres de las mujeres, incluidos los cánceres de mama y ginecológicos, representan los tipos de cáncer más prevalentes. Una de cada ocho mujeres seremos diagnosticadas con uno de estos cánceres en nuestra vida, y la edad y el sexo son los principales factores de riesgo de estas enfermedades. 
  • Estos cánceres son responsables de 1.3 millones de muertes cada año y puede impactar a hombres, mujeres, personas transgénero y por supuesto a todas las sociedades en las que vivimos, sin importar la raza o el nivel económico.
  • En muchas ocasiones el desenlace de un enfermo de cancer está dictado no por la biología de la enfermedad o por cualquier innovación científica o médica, sino por el lugar en el que viven.
  • Los cánceres de las mujeres tienen un impacto significativo en la sociedad mexicana, tanto en términos de resultados de salud como de consecuencias sociales y económicas.
  • En MSD nos esforzamos por colaborar con todas las partes interesadas, instamos a los legisladores y autoridades a eliminar las barreras para acceder a la innovación y la atención como parte de la industria farmacéutica. 
  • El año pasado, en 2022, nos asociamos con IQVIA para realizar un estudio para observer el acceso a la innovación y, lamentablemente, en México toma un promedio de casi cuatro años, para que se apruebe un medicamento contra el cáncer. Eso es impactante y debería ser alarmante.
  • La innovación impacta todas las partes del ecosistema, por lo que debemos mantener al paciente en el centro, compartiendo sus perspectivas y asociándose con nosotros para hacerlo bien. 
  • Necesitamos traer innovación a nuestro sistema de salud, prepararlos para adoptar intervenciones más tempranas. 
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