Nos encontramos en uno de los momentos más prometedores para encontrar soluciones que nos permitan transformar nuestra capacidad para tratar y curar algunas de las enfermedades que más impactan a las personas. Gracias a los avances en investigación y desarrollo hoy podemos hablar de la cura para la hepatitis C, de la investigación de vacunas terapéuticas para cáncer y de los más de 90 medicamentos en desarrollo para Alzheimer, solo por mencionar algunos ejemplos. Y no podemos dejar de lado los esfuerzos que se llevan a cabo para encontrar vacunas y terapias efectivas para COVID-19.
Pero todo esto no sería posible sin un ecosistema de investigación e innovación cuyo objetivo es el desarrollo de opciones terapéuticas que permitan salvar vidas y mejorar la calidad de vida de las personas. En este texto se destacan cuatro ejes que permiten la continuidad en la innovación:
1.- Traducir la ciencia básica en nuevas medicinas.- El proceso de descubrimiento y desarrollo de fármacos es un esfuerzo largo y multifacético que comienza con una investigación básica en laboratorios que sienta las bases para las etapas de desarrollo posteriores. Diversos expertos colaboran en este proceso para comprender si un medicamento proporcionará beneficios clínicos a los pacientes. Y aunque pueden pasar de 10 a 15 años para que una terapia esté lista, gracias a las inversiones a largo plazo de la industria biofarmacéutica en investigación y desarrollo, hoy hay alrededor de 7,000 medicamentos en desarrollo en todo el mundo.
2.- Tomar grandes riesgos.- Desarrollar nuevas terapias requiere de grandes inversiones que alcanzan los 2.6 mil millones de dólares para desarrollar un nuevo medicamento, y de todas las moléculas que se investigan menos del 12% llegan a ensayos clínicos que reciben aprobación de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA).
3.- Innovar siempre.- La innovación es clave para mantenerse al día con los avances en ciencia. Las compañías biofarmacéuticas constantemente investigan, desarrollan y adoptan nuevos procesos y tecnologías para la fabricación e investigación de medicamentos. En este análisis del ecosistema de investigación en salud se muestra que el sector privado contribuyó con el 58% de los hitos de descubrimiento, el 73% de los hitos de desarrollo y el 81% de los hitos de fabricación de los medicamentos más transformadores en los últimos 25 años.
4.- Mantener el talento STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).- El sector biofarmacéutico ha desarrollado una importante experiencia científica y equipos profundamente integrados para abordar la complejidad del desarrollo de nuevos tratamientos.
Las enfermedades y su impacto en las personas no se detienen, la innovación y la investigación tampoco deben detenerse.