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El cáncer de ovario es un término general para un grupo de diferentes tipos de cáncer que afectan los ovarios, las trompas de Falopio y la cavidad peritoneal primaria. Se estima que hay más de 30 tipos diferentes de cáncer de ovario y una variación muy amplia en la incidencia y el pronóstico.

Globocán estimó en 2020 una incidencia de casi 314 mil casos en todo el mundo, mientras tanto, en México, se registran cerca de cinco mil casos por año y 70% se diagnostican en etapas avanzadas debido a que los síntomas como la distensión abdominal, dolor pélvico, urgencia urinaria, náuseas y vómito, se pueden confundir con otros padecimientos.  

Uno de los mayores retos para el abordaje de este tipo de cáncer, además de los síntomas inespecíficos, es que no hay una prueba estándar para la detección y por ello, la mayoría de los casos se encuentran en etapas avanzadas, donde las opciones y efectividad de los tratamientos se reducen.

En el marco del  Día Mundial contra el Cáncer de Ovario, impulsado por la World Ovarian Cancer Coalition bajo el lema “Que ninguna mujer se quede atrás”, recuperamos algunos hallazgos clave del The Every Woman Study, la encuesta mundial más grande a mujeres con cáncer de ovario, cuyos resultados contribuyen a abordar las brechas de atención y a identificar rutas que permitan mejorar la supervivencia y la calidad de vida de las mujeres.

Un total de 1531 mujeres de 44 países participaron en el análisis que encontró lo siguiente:

  • Más de dos tercios de las encuestadas no habían oído hablar sobre el cáncer de ovario antes de su diagnóstico, independientemente de la etapa o tipo de cáncer.
  • 9 de cada 10 mujeres experimentaron múltiples síntomas antes del diagnóstico. De ellas, 8 de cada 10 acudieron a consulta médica sobre sus síntomas, pero el tiempo en hacerlo varió considerablemente. En promedio, menos de la mitad lo hizo en un plazo de un mes. Una de cada 10 esperó más de seis meses.
  • El tiempo medio estimado desde la presencia de síntomas hasta el diagnóstico fue de 31 semanas, pero una de cada 10 mujeres tardó más de un año en ser diagnosticada.
  • Las y los médicos involucrados en el diagnóstico señalaron que los retrasos en el diagnóstico podrían reducirse si se refuerza la conciencia sobre los síntomas, tanto para la población como para el personal de salud.  

Compartir información sobre este tipo de cáncer y los síntomas asociados, es una estrategia que debe avanzar junto con la formación médica, así como la investigación y el acceso a diagnósticos y terapias. Mejorar los tiempos de diagnóstico y el tratamiento de las mujeres con cáncer de ovario es fundamental para tener resultados de salud más esperanzadores. 

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