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Las mujeres destacan por sus capacidades y por los resultados que llevan a la mesa de una organización y para seguir fomentando su participación es necesario que haya políticas claras de igualdad y equidad, coincidieron las tres principales líderes de la industria farmacéutica, Irma Egoavil, presidenta de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF), Patricia Faci Villalobos, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (CANIFARMA), y Cecilia Bravo Lamicq, presidenta de la Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos (ANAFAM), en el foro digital “Mujeres que abren caminos en la industria farmacéutica”.

Para Irma Egoavil es fundamental que las compañías tengan políticas que promuevan la inclusión y la diversidad.

“La inclusión y la diversidad de género, y de pensamiento, nos ayuda a buscar soluciones desde diferentes perspectivas. Si tú no tienes una empresa que fomente políticas de diversidad e inclusión vas a tener un abordaje muy limitado y una inclusión muy limitada desde el punto de vista de estrategia, de implementación y de competitividad”, expresó.

“Hay muchas compañías que cuando hacen su proceso de reclutamiento eliminan el género para no tener un sesgo y hacer el filtro solo con base en las aptitudes. Este tipo de tipo de políticas, junto con las de cero tolerancia a la discriminación y a la violencia, crean ambientes favorables para que haya más mujeres en las organizaciones y en posiciones de liderazgo”.

El 52% de las posiciones, en todas las empresas de nuestra asociación, son ocupadas por mujeres“, dijo Egoavil. “Aunque de las 39 empresas asociadas, solo cinco son dirigidas por una mujer”. El reto es reducir la brecha entre hombres y mujeres en puestos directivos y para ello, señaló, se trabaja con acciones muy concretas para cambiar esos números: Por ejemplo: 72% de las empresas de AMIIF cuentan con políticas de igualdad y no discriminación; dos terceras partes de nuestras empresas cuentan con programas mentoría o tutoría interna. Todo esto, sumado a las decenas de programas enfocados en la equidad de género que implementa cada empresa ha logrado que la participación de mujeres en el sector de innovación farmacéutica haya pasado de 40% en 2019 a 52.36% en 2020.

Al respecto, Patricia Faci Villalobos subrayó que se debe inspirar a más mujeres a tomar más retos y asumir nuevas responsabilidades y liderazgos, pues está demostrado que son capaces: “Un estudio reciente de McKinsey analizó 345 empresas de América Latina. Las que tenían mujeres en su equipo directivo presentaron un 44% más alto en el nivel de rentabilidad sobre la inversión, y un margen de utilidad superior en un 47%”, argumentó. Incluir mujeres en los consejos directivos no es solo la decisión correcta, sino una decisión económicamente inteligente.

Por su parte la presidenta de ANAFAM, Cecilia Bravo Lamicq, destacó que es necesario que los equipos directivos se den cuenta de que las mujeres deben participar más, pues las mujeres garantizan mejores resultados con menos conflictos y en menos tiempo.

Sobre la presencia de las mujeres mexicanas en las ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés), Faci Villalobos, ingenieria de profesión, dijo que la difusión de las ciencias a muy temprana edad es fundamental para promover una mayor participación de las mujeres en estas áreas. Y sobre cómo retener ese talento, precisó: “En la medida en que se van abriendo espacios de responsabilidad, y en la medida en que se va retroalimentando el logro con la responsabilidad, las personas se quedan mucho más interesadas en retenernos. Se retiene de una forma mucho más eficaz en los sistemas de investigación porque esa es una forma de retribuir muy importante, el logro, el reconocimiento y la posibilidad de intervenir en proyectos de alto valor”.

En México, 38% de las mujeres estudian carreras STEM, según una investigación de Movimiento STEAM y el Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección de la Universidad Panamericana. Sin embargo, en edades tempranas apenas 9% de las jóvenes manifiesta interés en estudiar ciencias o ingeniería, contra 28% de jóvenes varones.

“Tenemos que hacer mucha difusión. Nadie puede ser lo que no puede ver. Tenemos que ayudar a visibilizar que en las STEM hay también oportunidades de desarrollo”, reforzó Irma Egoavil, quién se graduó en medicina.

“Desde pequeñas y desde la familia tienes que darles la misma oportunidad de asumir cualquier responsabilidad, que no te encaminen hacia un solo patrón, el que es socialmente aceptable”, agregó Bravo Lamicq, quien estudió actuaría.

Las expositoras destacaron el rol de las mujeres como socias y tomadoras de decisión en temas de salud de la familia.

“A la hora de cuidar de la familia están cuidando de la alimentación de sus miembros y desde ahí empieza una conducta saludable (…), en el campo del mantenimiento de la salud, de lograr un desempeño íntegro de la persona, ellas participan seleccionando las mejores alternativas que puedan tener a su alcance”, manifestó Cecilia.

Patricia Faci afirmó que las mujeres han contribuido a la reducción de la pobreza al ser parte de la fuerza laboral, y ello ha traído consigo un mejoramiento de la salud.

Por su parte Irma Egoavil dijo que hay muchos estudios que respaldan cómo el apoyar a las mujeres en temas de salud implica un beneficio que va más allá de la salud de las mujeres y que beneficia la salud de su familia y de su comunidad.

Además se estima que las mujeres representan el 70% de los 43 millones de personas empleados de atención médica en todo el mundo y son los que toman las decisiones para satisfacer las necesidades de salud de sus familias, haciendo cuatro quintas partes de las compras de salud.

Finalmente, todas coincidieron en que “para que haya equidad de género todos tenemos que ser partícipes. No podemos ser solo las mujeres” y que la mejor manera de crear ambientes inclusivos es, actuado: ¡Incluyéndolas ya, dándoles poder!

Aquí pueden ver la conversación completa.

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