por Patricia Faci
Realmente me siento una mujer plena, porque mi vida personal y profesional ha estado llena de oportunidades que he aprovechado y capitalizado, y no hablo en sentido monetario, sino por la fortuna de estar siempre rodeada de personas extraordinarias, de enfrentar desafíos y tener grandes experiencias y aprendizajes que me enriquecieron como ser humano, como mujer, y que me han permitido ser lo que soy.
Si hoy, a casi 40 años de que inicié mi camino laboral, algunos me consideran una mujer empoderada, nada sería más satisfactorio que ese poder sirva para inspirar a más mujeres a decidirse a tomar mayores responsabilidades, obtener logros, reconocimiento y la posibilidad de intervenir en grandes proyectos. Alcanzar mi posición actual no fue ni fácil, ni difícil, ni cuestión de género, fue por decisión, trabajo duro, responsabilidad y preparación continua. Mi primer empleo fue como “Paste up” en una casa editorial. Cortaba y pegaba pedazos de texto con tijeras y adhesivos e ilustraba libros, a la vez que estudiaba Ingeniería Química. Luego, la oportunidad se dio en la Industria Petroquímica, en el área de planeación estratégica y evaluación de proyectos. La generosidad de mis mentores y la naturaleza diversa y creativa del área, hicieron que en pocos años aplicara los últimos modelos de planeación estratégica, evaluando plantas petroquímicas, creando modelos de planeación financiera y comprando empresas.
Después de 18 años en la Industria Farmacéutica, me he aventurado en todos los mares: de empresa familiar mexicana de productos genéricos, a la multinacional americana de productos innovadores patentados; de una empresa pública en proceso de internacionalización, con experiencias tan diversas como sufrir cambios de ERP’s, construir plantas, conseguir materias primas en la India, presentar resultados trimestrales a accionistas en Nueva York, a hacer revisiones de negocio en Colombia y negociaciones sindicales en Toluca. También ratos de solaz esparcimiento en el área de desarrollo de productos y compras ocasionales de marcas, productos o empresas, siempre alentando con mucha satisfacción el desarrollo de las personas y del sector. Así fue como me involucré hasta presidir Canifarma y fundar el Cetifarma.
No obstante, mi llegada a la IF y más ampliamente mi decisión de asumir responsabilidades en el gremio viene de muy lejos, podría decir que hubo muchas mujeres que sin saberlo y quizá sin pretenderlo conscientemente, me ayudaron. La inspiración de muchas maestras, amigas, compañeras que me demostraron que era posible, después deseable y finalmente necesario que nos preparáramos para una vida laboral, competitiva y de alta responsabilidad.
Leer las biografías de tantas mujeres emblemáticas que habían aportado a la ciencia, las letras, la política, me inspiraban especialmente madame Curie, Golda Meyer y Gabriela Mistral.
Ahora en retrospectiva, con la experiencia adquirida, mi consejo para ser partícipe en la toma de decisiones es que no se limiten o justifiquen por el género. Un factor clave para lograrlo es la pasión por lo que hagan, esto les dará toda la energía para resolver problemas y aprovechar oportunidades. Otro factor es la responsabilidad, busquen responsabilidades adicionales, no se queden con las básicas. Identifiquen la pasión de su vida en su profesión y desarrollo social, y vayan por ello con todo el corazón, con toda la fuerza, eso abrirá los caminos.
Patricia Faci es presidenta de la Canifarma. Desde 2013 es la Directora Ejecutiva de Estrategia, Nuevos Negocios, Asuntos Externos y Comunicación en MSD.
