La propiedad intelectual: Factor para innovar en salud

Panelistas:

Eduardo Velazquillo Herrera, coordinador de Planeación Estratégica del IMPI, en representación de Alfredo Rendón, director general del Instituto Mexicano de Propiedad Intelectual (IMPI).
Andras Jokuti. Director de la División de Derecho de Patentes y Tecnología en la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).
Carlos Baños. Director general en Eli Lilly y Compañía México.
Komal Kalha. Directora asociada en propiedad industrial y política pública en la International Federation of Pharmaceutical Manufacturers & Associations (IFPMA).
Modera. María Fernanda Hurtado, directora de Operaciones y Política Internacional de la Federación Latinoamericana de la Industria Farmacéutica (FIFARMA).

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Destacados

María Fernanda Hurtado

En el siglo XX la expectativa y calidad de vida tuvieron una mejora indiscutible, gracias a la innovación promovida a través de la propiedad intelectual. Durante la pandemia, según datos de la IFPMA, la protección a la propiedad intelectual ha permitido transferencias de tecnología voluntarias y asociaciones que han resultado en la producción de más de 13 mil millones de dosis de vacunas en todo el mundo.
También se han establecido 371 colaboraciones en la fabricación de vacunas y 155 para tratamientos. Además, ha habido múltiples anuncios de asociaciones para mejorar la diversidad geográfica de la producción de vacunas.
Más allá del reto que supone la pandemia, uno de los objetivos de desarrollo sostenible para el 2030 está relacionado con la salud y el bienestar. Y la innovación en el campo farmacéutico es crucial para el logro de este objetivo.
Esta semana, el 26 de abril, celebramos el Día Mundial de la Propiedad Intelectual.
La protección a la propiedad intelectual es un factor clave para garantizar los espacios necesarios que permitan la innovación en salud y garantizar mayor bienestar a nuestras sociedades, apalancando los objetivos de desarrollo sostenible.
La innovación es la herramienta que nos va a permitir seguir evolucionando para tratar enfermedades como el Alzheimer, el cáncer, los retos derivados de la resistencia antimicrobiana, los temas relacionados con la necesidad de trabajar en las enfermedades desatendidas, y la importancia de seguir trabajando como regiones que se interconectan unas con otras para continuar abrazando la propiedad intelectual, proteger las creaciones intelectuales y para entre todos seguir contribuyendo a que la innovación nos lleve a un mejor devenir como sociedad e individuos.

Eduardo Velazquillo Herrera

El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial recibe alrededor de 32 mil solicitudes de marca cada año, para proteger productos vinculados con el ámbito de la salud, lo que representa 20% del total de las solicitudes.
En materia de patentes, entre 2018 y 2021, 25% de las solicitudes recibidas fueron de sectores relacionados con la salud como tecnología médica y productos farmacéuticos.
En el ámbito nacional las solicitudes de patentes relacionadas con la salud representaron 16% respecto al total de las solicitudes realizadas por mexicanos.
Estos números resultan significativos porque son un reconocimiento de que la innovación y la creatividad requieren de la protección de la propiedad intelectual.
Las oficinas de propiedad industrial tienen como propósito diseñar e implementar políticas que fortalezcan la propiedad industrial y con esto contribuyan a impulsar la creatividad y la innovación.
De estas oficinas, los usuarios esperan flexibilidad, adaptabilidad y simplificación, para un entrono que cambia con gran rapidez, así como firmeza en la protección de los derechos.
En la salud la innovación es permanente, lo que se hizo evidente en los años recientes para hacer frente a la pandemia generada por la Covid-19. No sólo eso, en las sociedades donde la esperanza de vida crece, son indispensables las inversiones vinculadas a la salud, para que las personas vivan de manera digna los años que van ganando.
En salud convergen múltiples aspectos que van desde el desarrollo de software a la biotecnología e incluso a la inteligencia artificial. La protección a estas invenciones hace que los beneficios lleguen a más personas y de manera más rápida.
El Instituto ha impulsado dos grandes estrategias: La primera tiene que ver con la modernización de su ordenamiento jurídico para ajustarse a una nueva realidad, así como para cumplir con los compromisos internacionales, entre los cuales sobresale el tratado entre los Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC).
La Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial, que entró en vigor en noviembre de 2021, incorporó nuevas figuras y prácticas entre las cuales se encuentra la cláusula Bolar. Asimismo, la Ley mejoró procesos, reforzó las facultades de protección y adoptó mecanismos alternativos para solucionar temas contenciosos.
La segunda estrategia que lanzó el Instituto fue acercar a los usuarios los servicios que ofrece para que puedan registrar sus creaciones, invenciones y emprendimientos. Entre estas acciones se encuentran: la mejora de la plataforma tecnológica para realizar los trámites en línea, así como la colaboración técnica con la Oficina Europea de Patentes y con la Oficina de Marcas y Patentes de Estados Unidos, lo que ha permitido disminuir los tiempos de revisión de solicitudes de patentes. Así como acciones enfocadas en sectores específicos de la población para promover la importancia de proteger sus invenciones, diseños, bienes y servicios.
Con respecto a la plataforma electrónica las mejoras y los cambios introducidos permitieron a los usuarios presentar solicitudes durante los meses de confinamiento de manera más fácil y rápida, sin necesidad de acudir a las oficinas del Instituto y sin exponer su salud. Así, mientras que en 2018 sólo el 22% de las solicitudes de patentes se solicitaban en línea, en 2021 el 92% de las solicitudes ingresan por este medio.
Esta tendencia es similar en el caso de las solicitudes de marcas. En 2018, 31% de las solicitudes se presentaban en línea y ahora lo hacen alrededor de 80%.
La colaboración con la Oficina Europea de Patentes y con la USPTO ha sido muy importante en la revisión de las solicitudes pendientes, lo que ha reducido el tiempo de entrega de un título de patente que antes era de aproximadamente 4 o 5 años a 3 años a 4 años y medio.
Con relación a acciones enfocadas a sectores específicos de la población, el IMPI impulsa la comunidad digital Red de Mujeres Innovadoras y PI, la cual promueve la importancia de la protección de invenciones y emprendimientos de mujeres y auxilia a las inventoras en la elaboración de sus solicitudes de patentes.
Asimismo, desde 2019 el Instituto lleva a cabo el Premio IMPI a la Inversión Mexicana, el cual recibe una gran cantidad de propuestas relacionadas con la salud.
También el IMPI puso a disposición de los usuarios herramientas en línea para el acceso a la información sobre patentes. La primera de ellas es el buscador de patentes de medicamentos próximos a vencer. Este buscador ofrece información de patentes que pasarán al dominio público. El propósito es que las personas y empresas puedan plantear sus estrategias de negocios con anticipación para llevar al mercado medicamentos cuya protección por una patente ya venció, garantizando la mayor transparencia posible.
El segundo buscador es de patentes asociadas a medicamentos alopáticos. Además, el IMPI pone a disposición del público las respuestas a las consultas de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). Esto permite transparentar las respuestas del IMPI y poner a disposición de la Comisión los elementos para el análisis de registro de un medicamento genérico.
A dos años de iniciada pandemia, hemos sido testigos del valor que tiene la protección de la propiedad intelectual en un tema tan importante como la salud. Las oficinas de Propiedad Intelectual son piezas importantes en las respuestas que se den para avanzar en la protección de las sociedades.

Andras Jokuti.

La Propiedad Intelectual trabaja principalmente como un mecanismo de recompensa que da una ventaja competitiva para tener inversión dedicada a la investigación y el desarrollo y, como tal, es un incentivo para innovar.
También se ha vuelto una herramienta de mercado que da la ventaja al titular de los derechos de autor. También es un medio de cooperación.
También es importante ver que los derechos son territoriales en el caso de las patentes, por lo que se puede volver un asunto más complejo, dependiendo de los diferentes estatus de la protección de la propiedad intelectual en los diferentes mercados y territorios.
La propiedad intelectual también es un activo de negocios, genera valor, logra visibilidad y también contribuye a la economía nacional. Sin embargo, y este es un mensaje muy fuerte que todos tienen que entender: los derechos de la propiedad intelectual pueden ser fuertes y son buenos para la innovación, pero siempre están supeditados al interés público y esto se refleja en muchos aspectos del sistema de la propiedad intelectual en todos y cada uno de los países.
Y esto significa que todas las legislaciones nacionales pueden terminar las precondiciones, las limitaciones en tiempo, los requerimientos de divulgación. Esto es sumamente importante porque significa que después de la falta de protección, todo estará disponible para el dominio público y también las excepciones y limitaciones que van a estar disponibles en todos los sistemas de patentes que garantizan que el interés público también sea atendido por la institución.
Todas las invenciones y protección están contribuyendo a estos objetivos. Todo esto puede ser protegido por medio de la propiedad intelectual y significativamente por medio de las patentes. El Reporte Mundial de la Propiedad Intelectual de este año, publicado por la OMPI, está revisando la dirección de la innovación y este es un tipo nuevo de enfoque.
Se están revisando las tendencias globales y la dirección de la innovación, aunque el énfasis principal está en la digitalización y también muestra cuánta innovación en el ámbito de la salud es importante y cuánta propiedad intelectual es relevante en este contexto.
Es muy importante asegurar la disponibilidad de los medicamentos y de las tecnologías relacionadas y cómo es que las herramientas de la propiedad intelectual favorecen o facilitan la disponibilidad de todas estas herramientas.
La OMPI reúne a todos los países miembros dos veces en un año y tiene elementos permanentes en la agenda donde se abordan estos temas: patentes, salud e información de las bases de datos, y también se revisa el trabajo de investigación que se está haciendo en este campo y la presentación de diferentes temas relevantes; excepciones y limitaciones en protección. Se trabaja en diferentes documentos que pueden utilizar los diferentes países miembros, donde se resumen los temas principales sobre cómo tener derechos de patente que cumplan con los diferentes acuerdos internacionales, considerando las diferentes necesidades de los países, dependiendo del desarrollo de sus políticas.
Damos seguimiento a medidas que aseguran la transparencia con relación a las patentes. Muchas iniciativas para ello son responsabilidad de la OMPI y también tenemos organizaciones y partes interesadas.

Carlos Baños

Tenemos una expectativa de vida más larga que hace algunos años; hemos ido ganando años de vida en Latinoamérica, pero lamentablemente estos años de vida no se han acompañado de la calidad que sería deseable y que sí se encuentra en otras latitudes.
Allí es donde nuestra siguiente frontera como industria farmacéutica está en agregar más calidad de vida a esos años adicionales y continuar ganando más años de vida.
No existe innovación sin propiedad intelectual. No existe quien quiera arriesgar 1,500 o 2,000 millones de dólares en una investigación que puede ser o no ser exitosa, si no se tiene la recompensa adecuada.
Los objetivos de desarrollo sustentable de salud nos llevan también a replantear las nuevas fronteras de la terapéutica y de lo que puede lograr la industria farmacéutica. Recordemos que hace algunos años la hepatitis C, por ejemplo, era una condena de muerte a mediano o largo plazo y hoy es curable. Hoy hay varios productos que facilitan también el acceso.
¿Cómo llegamos a facilitar el acceso? Con mayor competencia. Atraer más jugadores, tener más empresas inversionistas, dispuestas a continuar investigaciones y que éstas sean premiadas adecuadamente. Al final, más jugadores y más opciones terapéuticas van a significar un beneficio para la población.
El otro punto clave a considerar es hasta dónde la industria farmacéutica de innovación va a llegar. Las fronteras están donde nosotros soñemos. Pensemos en las vacunas que se desarrollaron recientemente, los anticuerpos monoclonales y otras opciones terapéuticas que se desarrollaron para Covid-19 en un tiempo récord.
Un producto farmacéutico no es sólo el principio activo. Un punto clave a considerar, y lo vimos en las vacunas, algunas tenían que ser hiper refrigeradas, lo cual limitaba el alcance y distribución a zonas menos desarrolladas. Cuando se fueron logrando formulaciones más estables se fue reduciendo esta necesidad y se facilitó el acceso a poblaciones que no contaban con la posibilidad de tener hiper refrigeradores o tenerlos fácilmente.
Estamos hablando de nuevas áreas terapéuticas a las que tenemos que llegar. Pensemos en Alzheimer, en la depresión resistente, en algún día curar la diabetes, como hoy se puede curar la hepatitis C, a diferencia de hace algunos años. Entonces, hay mucho por agregar como industria farmacéutica y mucho por traer. El cielo es el límite.
Hay que proteger la propiedad intelectual en todos sus aspectos para lograr más competencia, para tener más jugadores y más acceso. Los años de vida por adicionar deben de ser con la calidad adecuada, para que la persona pueda disfrutarlos junto con sus familiares.

Komal Kalha

Cuando empezó la pandemia hace 2 años se le llamaba nuevo coronavirus porque no había medicamentos ni vacuna y nosotros sabíamos que éste era uno de los retos más grandes que habíamos enfrentado. Una semana después de que la OMS declaró que se trataba de una pandemia global, estableció siete principios y declaró que este caso no era normal y que era necesario unirse con cualquiera que tuviera las capacidades técnicas, ya sea universidades en cualquier parte del mundo y trabajar con todos los competidores, ya que se trata de una pandemia global y únicamente vamos a salir adelante si la ciencia nos lo permite.
Me da mucho orgullo decirles que en 326 días ya teníamos la vacuna autorizada y lista para ser aplicada. Nosotros tenemos los esquemas de investigación, los estudios que se hicieron, los cuales nos dicen que el 94% del tiempo que se requiere para el desarrollo de una vacuna se redujo en el caso de coronavirus porque se pudieron unir para solucionar este problema.
También nos dimos cuenta rápidamente que la escalabilidad iba a ser un tema y que producir las dosis de vacuna necesarias y poderla llevar al mundo, requería encontrar las alianzas y colaboraciones correctas, lo más pronto posible.
Las compañías dedicadas a la investigación seguían haciendo los estudios y ensayos, pero también estaban hablando con los aliados y socios. Una de las más grandes colaboraciones que se anunció desde un principio fue la de AstraZeneca y el Oxford Institute. En muchas partes del mundo éste fue uno de los caminos. Empezamos desde cero el 26 de diciembre y ahora contamos con 376 colaboraciones de vacunas.
Los años de investigación nos han permitido expandir nuestro enfoque también en la terapéutica: tenemos compañías que nos dan las vacunas, el tratamiento terapéutico y hoy en día a pesar de todo lo que se ha mejorado, tenemos 391 colaboraciones que ya están listas.
Tenemos que seguir con la innovación, que es lo que nos ha ayudado desde el momento en que tuvimos esta pandemia. La innovación no se puede detener.
Hay muchas cosas que se pueden hacer todavía en términos de acceso. Esto nos habla de la capacidad de producción que teníamos en 2021 antes de la pandemia: toda la producción de vacunas para el mundo era de 5 mil millones, pero de repente supimos que necesitábamos 12 mil millones y esa escalabilidad requiere de tiempo y vimos que necesitábamos producir rápidamente las vacunas a gran escala, y tenían que ser seguras y eficaces. Por ello tuvimos que buscar a los aliados que tuvieran la capacidad de escalar rápidamente la tecnología, y que además tuvieran la experiencia y el conocimiento para pasar por las cargas regulatorias y que no se detuvieran.
En todo este tiempo hemos logrado grandes colaboraciones (376). También hay mucho aprendizaje de esta pandemia y tenemos que verlo cuando hablamos del acceso y la diversificación geográfica, pero también necesitamos la flexibilidad para encontrar a los aliados correctos.
Las pandemias van a ser diferentes; esa flexibilidad e incentivos es lo que se necesita para poder reaccionar rápidamente y poder colaborar. Hemos tenido otras fallas que no lograron llevar los productos al mercado, debido a las diferentes barreras y retos que tiene la investigación. No todas las vacunas han llegado al mercado, necesitamos la flexibilidad y los incentivos. Hasta el gobierno mexicano está tratando de trabajar con las reglas y regulaciones cuando se trata de la propiedad intelectual.