El 23 de junio de 2005, el Centro Nacional de Rehabilitación pasó a formar parte de los Institutos Nacionales, convirtiéndose en el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR). Dependiente de la Secretaría de Salud de México, el INR ofrece apoyo a pacientes, instituciones y profesionales de la salud a través de la asistencia, la colaboración y la formación académica de especialistas en el tema.
La importancia de la medicina de rehabilitación es insoslayable, y el sistema de salud en México tiene una larga historia en este campo. La terapia y el apoyo a los discapacitados ha quedado registrado desde la época prehispánica. Ya para mediados del siglo XIX existían instituciones dedicadas a dar atención a personas con diferentes discapacidades, como la Escuela Nacional de Ciegos y la Escuela Nacional de Sordomudos.
Más tarde, a principios del siglo XX, el Hospital General de México ya ofrecía servicios básicos de diferentes terapias de rehabilitación. Posteriormente se fundaría el Hospital Infantil de México, en donde se realizaron las primeras investigaciones en nuestro país sobre la poliomielitis y sus efectos, desarrollando técnicas de rehabilitación de gran importancia durante la epidemia de polio que se vivía en esos momentos e impartiendo cursos al personal médico.
Es a partir de la epidemia de polio que el desarrollo de la medicina en rehabilitación cobró impulso en México y en 1949 nace la Escuela para la Formación de Técnicas en Terapia Física. En 1953 se crea la Dirección de Rehabilitación de la Secretaría de Salubridad y Asistencia, con el propósito de lograr que las personas con discapacidades pudieran integrarse a la vida social y productiva del país.
El actual Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) nace del esfuerzo de muchos mexicanos y de la fusión de tres Institutos Nacionales: de Medicina de Rehabilitación, de Ortopedia, y de Comunicación Humana. Primero como Centro Nacional de Rehabilitación, operando desde 1997 como unidad desconcentrada de la Secretaría de Salud, bajo la dirección del Dr. Luis Guillermo Ibarra, y a partir de 2005 ya como parte de los Institutos Nacionales de Salud. Cabe mencionar que el INR toma el nombre “Luis Guillermo Ibarra Ibarra” en febrero de 2015, como reconocimiento a la labor desarrollada por su antiguo director en favor de la medicina de rehabilitación.
Los servicios de salud en México cuentan ya con un importante número de centros dedicados a la rehabilitación y a la enseñanza de la misma en sus diferentes modalidades, siendo el INR el más destacado y completo, ofreciendo una mayor esperanza para que millones de mexicanos recuperen la capacidad de ser independientes y mejoren su calidad de vida, aunque aún falta mucho por hacer. Los indicadores de salud en México muestran que alrededor del 6% de la población en México sufre algún tipo de discapacidad, y la infraestructura urbana no es incluyente en la mayor parte del país.
El esfuerzo de las instituciones y las personas dedicadas a la rehabilitación de los discapacitados requiere del apoyo de las autoridades para proporcionar la accesibilidad requerida y hacer de la rehabilitación un proceso verdaderamente integral en el que todos los ciudadanos estemos involucrados. De esta manera estaremos más cerca de cubrir los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo, al “proteger los derechos de las personas con discapacidad y contribuir a su desarrollo integral e inclusión plena” (estrategia 2.2.4., PND).
Fuentes:
– Sitio web del Instituto Nacional de Rehabilitación.
– El Ejercicio de la Medicina en la Segunda Mitad del Siglo XX: tercera parte.
– Programa anual de trabajo del Director General, 2011. INR
http://www.inr.gob.mx/Descargas/programas/PROGRAMA_ANUAL_2011.pdf
– Plan Nacional de Desarrollo, 2013 – 2018.
– Institutos Nacionales de Salud.