Proteger la salud de las mujeres es fundamental si queremos avanzar en materia de derechos humanos, igualdad de género y sostenibilidad. Además, dado su papel dentro de las sociedades y en diferentes ámbitos, sin mujeres sanas la fuerza laboral disminuye, la educación se resiente y la población se estanca.
Desafortunadamente, la pandemia por covid-19 ha dejado impactos devastadores en las mujeres y las niñas, por ejemplo: ellas tienen más probabilidades que los hombres de perder el empleo; el trabajo de cuidado no remunerado ha aumentado debido a los cierres de escuelas y guarderías, a los confinamientos y a una mayor necesidad de cuidados de adultos mayores y personas con enfermedades crónicas; y en muchas partes del mundo, ellas se han visto más expuestas a la violencia de género, sobre todo en el ámbito doméstico.
Por otro lado, en México los niveles de estrés aumentaron en las mujeres, las citas de control prenatal se redujeron y la prestación de servicios de salud sexual y reproductiva se vieron interrumpidos, lo cual se prevé en un incremento de los embarazos no planeados.
Considerando este panorama, Nancy G. Brinker, fundadora de The Promise Fund Mission, señala en este texto la urgencia de considerar los impactos sociales a largo plazo de las mujeres que no reciben atención médica y comparte los siguientes datos:
- De acuerdo con el Índice global de salud de la mujer, elaborado en 2020, las siguientes dimensiones de la salud de las mujeres: cuidado preventivo, salud y seguridad, salud emocional, salud individual y necesidades básicas, explican más del 80% de la expectativa de vida de las mujeres desde el nacimiento.
- El mismo índice encontró que, de las más de 120 mil encuestadas, más de seis de cada 10 informaron que no se hicieron pruebas para detectar cuatro de las enfermedades y afecciones más graves que las afectan: presión arterial alta, cáncer, diabetes e infecciones de transmisión sexual.
- 3 de cada 10 reportaron vivir con dolor físico gran parte del día.
Sumado a ello, Brinker señala que miles de mujeres y niñas se quedarán sin acudir a una consulta médica por razones que van desde la escasez de profesionales de la salud, hasta la falta de seguridad social, problemas con el transporte, no tener quién cuide de los hijos o simplemente por no poder ausentarse de su trabajo.
Mirar la salud de las mujeres con una lupa social y multidisciplinaria es clave para cerrar las brechas que persisten. Al mismo tiempo, la cooperación y la innovación entre sector público y privado es necesaria para dar una respuesta efectiva a las necesidades de salud de las niñas y las mujeres.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, cuyo lema es “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible“, llamamos a la colaboración y a redoblar los esfuerzos para que las mujeres asegure su acceso a la atención médica; y a estudiar, atender y prevenir las enfermedades no transmisibles (ENT) tomando en cuenta las diferencias de género y considerando los efectos innecesarios, evitables e injustos en el estado de salud de las mujeres.