En 2018, un informe del Sistema Mundial de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos, de la OMS, reveló la presencia generalizada de resistencia a los antibióticos en muestras de 500 mil personas de 22 países. Las bacterias resistentes más frecuentes son: Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Staphylococcus aureus y Streptococcus pneumoniae, seguidas de Salmonella.
Los datos de aquel reporte confirmaban la grave situación que vive el mundo a causa de la resistencia antimicrobiana. Pero, ¿cómo podemos mejorar la prescripción y el uso de los antibióticos? Este texto se centra en el papel que juegan los prescriptores independientes de enfermería (NIP, por sus siglas en inglés), sobre todo en Europa, donde la práctica está creciendo. A través de una investigación en la que se explora la práctica del personal NIP frente a pacientes con resfriados o infección del tracto respiratorio superior (y que suele tratarse a menudo con antibióticos, aún cuando no se requieren), se encontraron comportamientos sumamente interesantes, como:
- Con un paciente de primera vez con infección del tracto respiratorio superior, las enfermeras no demostraron intención de tratarlo con antibióticos. Entre las razones de esa decisión se encuentra la influencia positiva de otros compañeros que tampoco recetarían antibióticos.
- Dos tercios de los encuestados (de un total de 184) dijeron que se sentían presionados por los pacientes para recetar antibióticos y que podrían cambiar su comportamiento de prescripción debido a esta presión.
- Asimismo, los NIP utilizan diversas estrategias para gestionar las expectativas de los pacientes para evitar la prescripción de antibióticos, entre ellas, educar a las personas sobre las infecciones, los antibióticos y el manejo de síntomas, y programar citas de regreso para evaluar si los síntomas mejoran o empeoran.
Estos hallazgos pueden aplicarse a diversos entornos médicos donde las preocupaciones y los comportamientos del personal de salud y de los pacientes pueden asemejarse. Y son muy valiosos porque dan origen a la planeación de nuevas herramientas para manejar las expectativas de los pacientes, mejorar la educación sobre los antibióticos y apoyar al personal de salud para realizar sus labores.
En este enlace se pueden consultar diferentes medidas que se pueden aplicar, desde diversos sectores, para reducir el impacto y limitar la propagación de la resistencia a antibióticos.