Nuestro impulso humano por innovar y crear, es la principal fuerza para el avance económico, cultural y social; y las herramientas del sistema de propiedad intelectual (patentes, marcas registradas, diseños, indicaciones geográficas, derechos de autor y otros) aseguran que esas chispas de genialidad se conviertan en productos que mejoran nuestra calidad de vida.
Cada año, la Oficina del Economista en Jefe de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) emite el World Intellectual Property Indicators. A diferencia del Global Innovation Index, que es mucho más general en su evaluación, los indicadores de este reporte se concentran en el desempeño y funciones de las oficinas de propiedad intelectual en cada país miembro de la organización (en el caso de México: el INDAUTOR, el IMPI y, en menor medida, el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas/SAGARPA).
El reporte 2020 se basa en información generada en 2019,por lo que en sus resultados todavía no se aprecian los efectos de la pandemia. Entre los datos importantes a destacar sobre México encontramos que:
- El IMPI se posiciona como la 14va mayor oficina de propiedad intelectual en el mundo. Ello implica un ligero descenso ya que normalmente se había ubicado entre la posición 11 y 13, pero más que “un decremento” en el número de solicitudes, lo anterior obedece al aumento de actividad en Brasil, Turquía, Irán e Indonesia.
- Entre las veinte principales oficinas, el IMPI es – solo tras Hong Kong, China- la que menos solicitudes de patentes nacionales recibe.
- Por origen, las patentes solicitadas ante el IMPI proceden de nacionales de Estados Unidos (47.4%), Japón, Alemania, Suiza y China.
- El área tecnológica a la que pertenece el mayor número de solicitudes de patente presentadas por nacionales, ante el IMPI, es la farmacéutica.
Aquí puede leerse el reporte completo.