La seguridad y la higiene en el ámbito laboral son parte de las disciplinas que conforman el campo de la Salud Pública. El Instituto Mexicano del Seguro Social registró poco más de 425,000 accidentes laborales durante 2015 y se subsidiaron alrededor de 9 millones de días por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
Estos datos representan un promedio de más de mil accidentes diarios (cuatro de ellos fatales) y el equivalente a 30,000 años de trabajo interrumpido por riesgos laborales. Si tomamos en cuenta que el IMSS representa una tercera parte de la población económicamente activa y ocupada de nuestro país, las cifras generales se elevarían considerablemente.
La información disponible actualmente en el sector salud no refleja el panorama completo por diferentes razones. Por un lado, las estadísticas relativas a la incidencia de enfermedades laborales no son tan completas ni tan detalladas como las de los accidentes, y por otro lado, existe una cantidad importante de casos que no son reportados.
Sabemos que globalmente las enfermedades relacionadas al trabajo tienen mayor impacto en la morbilidad y la mortalidad de los trabajadores que los accidentes; los fallecimientos por enfermedades laborales representan aproximadamente el 85% del total, con variaciones que dependen del estado de desarrollo de la región. Aun así, hay más estudios y programas enfocados a los accidentes que a las enfermedades.
En la región África de la Organización Mundial de la Salud, el porcentaje reportado de fallecimientos por accidentes de trabajo llega a rebasar el 25%, mientras que en la región Europa apenas alcanza un 7%. También varía el tipo de enfermedades de trabajo con consecuencias fatales prevalentes en las diferentes regiones: en la región Europa, la principal causa son las afecciones del sistema circulatorio, en cambio en la región África son las enfermedades contagiosas las que causan mayor número de fallecimientos.
El costo económico de los accidentes y enfermedades laborales incide directamente en los servicios de salud, por lo que es indispensable establecer métodos de vigilancia adecuados y un catálogo de enfermedades de trabajo congruente y actualizado, además de fomentar una cultura de reporte que permita un acopio de información más completo y detallado. De esa manera se podrán desarrollar estrategias de salud bien enfocadas y programas de prevención realistas y efectivos. Cuando la realidad de un país no se ve reflejada en las estadísticas que se publican, se cae en el riesgo de tomar decisiones inadecuadas que a la larga resulten más costosas ya que no consideran la verdadera problemática existente.
A este efecto, el establecimiento de sistemas de administración de la seguridad y la salud en el trabajo es posiblemente la mejor estrategia para el gobierno y las empresas, y de hecho esto se encuentra contemplado en la legislación mexicana, particularmente en el Reglamento Federal de Seguridad y Salud en el Trabajo (RFSST), en vigor desde noviembre de 2014, que atiende a las indicaciones del Plan Nacional de Desarrollo del 2007 en el que se hacen notar importantes debilidades en el sistema de seguridad y salud para los trabajadores del país, destacando de entre estas la existencia de un “…marco normativo complejo y sujeto a interpretación”, los “escasos recursos humanos especializados en la materia” y una “restringida vigilancia del cumplimiento de la normatividad por parte de las autoridades federales y estatales”.
El RFSST incluye incentivos y apoyo para aquellas empresas que implementen sistemas de administración de seguridad y salud, y establece la normatividad para el ejercicio de la vigilancia requerida por parte de patrones y autoridades pero vale la pena notar que dichos sistemas no son de carácter obligatorio. Las empresas sí están obligadas a diseñar e implementar programas de prevención que generalmente no son tan amplios ni tan integrales como los sistemas de administración, especialmente al no ser autoevaluativos. Los sistemas de administración impulsan una mejora continua al establecer medios de acopio y análisis de datos provenientes de los reportes de casos de accidentes y enfermedades, que pueden ser ingresados en bases de datos nacionales y así mantener una actualización permanente que permite desarrollar políticas adecuadas.
Actualmente la Secretaría del Trabajo y Previsión Social cuenta con el Programa de Autogestión en Seguridad y Salud en el Trabajo (PASST), al que cualquier empresa puede incorporarse de manera voluntaria, con el propósito de fortalecer la cultura de la prevención y la autoevaluación del cumplimiento de la normatividad.
Los centros laborales que voluntariamente se incorporen al programa quedarán exentos de inspección en materia de seguridad y salud en el trabajo, salvo en caso de incumplimiento.
De esta manera también se incentiva a las empresas pequeñas y medianas a invertir en la modernización de sus equipos al menos en materia de seguridad. El PASST tiene ya registrados más de cinco mil centros de trabajo concentrando alrededor de 1,250,000 trabajadores.
Las acciones que se emprenden para la seguridad y la salud en el trabajo son también acciones para promover la salud.
Fuentes:
– Memorias Estadísticas del IMSS, 2015. Disponibles en: http://www.imss.gob.mx/conoce-al-imss/memoria-estadistica-2015
– Estimating the Economic Costs of Occupational Injuries and Illnesses in Developing Countries: Essential Information for Decision Makers. Organización Internacional del Trabajo, 2012.
– Global Estimates of Occupational Accidents and Work-related Illnesses 2014. Tampere University of Technology. Disponible en:https://www.wsh-institute.sg/files/wshi/upload/cms/file/Global%20Estimates%20of%20Occupational%20Accidents%20and%20Work-related%20Illness%202014.pdf
– Reglamento Federal de Seguridad y Salud en el Trabajo. Disponible en: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/regla/n152.pdf
– Programa Sectorial de Trabajo y Previsión Social 2007 – 2012. Secretaría del Trabajo y Previsión Social, diciembre 2007.
– http://www.gob.mx/stps/prensa/favorece-stps-seguridad-e-higiene-en-centros-de-trabajo