Gracias a la atención primaria de salud (APS) se puede abarcar la mayoría de las necesidades sanitarias de una persona a lo largo de su vida, incluyendo la prevención, el tratamiento, la rehabilitación y los cuidados paliativos. A pesar de su importancia, la pandemia y sus efectos han dejado claro que la APS ha sido el componente más afectado.
El nuevo informe del Banco Mundial, “Walking the Talk: Reimaginando la atención primaria de salud después de COVID-19”, señala la importancia de revitalizar los sistemas de atención primaria de salud alrededor del mundo.
En el informe se describen cambios estructurales que requieren los países y que pasan por el diseño, el financiamiento y la prestación de la atención primaria de salud, entre ellos: servicios de alta calidad prestados por equipos multidisciplinarios para fortalecer el alcance y la calidad; atención integrada y centrada en el paciente que responda a sus necesidades; equidad y rendición de cuentas, en donde se fomenten los resultados de salud y; planificación y asignación de recursos suficientes, humanos y financieros, al sector de la salud.
Si aprovechamos esta oportunidad para revitalizar los sistemas de salud, no solo estaríamos preparados para futuras emergencias de salud, sino que podríamos hacerle frente de mejor manera a enfermedades que ya están aquí y que causan profundos estragos no solo a la esperanza de vida per se, sino a la esperanza de vida saludable. El momento de actuar es ahora.