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Como consecuencia de la covid-19, en muchos países un gran número de personas se perdieron de las vacunas esenciales. En 2020 se registró una caída del 3% en la cobertura global de DTP3 (difteria, tétanos y la tos ferina) y un aumento de 3,7 millones de niños no vacunados

Las brechas en los programas de vacunación pueden tener impactos en el corto plazo, como riesgo de brotes de enfermedades y sistemas de salud sobrecargados, mientras que en el largo plazo, la falta de vacunación puede conducir a dificultades económicas debido a la carga de enfermedades prevenibles por vacunación, cáncer y otras enfermedades crónicas.

En el informe “Principios rectores para la recuperación, el desarrollo de la resiliencia y el fortalecimiento de la inmunización en 2022 y más allá” , la Organización Mundial de la Salud (OMS), comparte una serie de recomendaciones para fortalecer los programas de inmunización en el contexto de la covid-19, incluida la introducción y ampliación de la vacunación contra este virus. 

La OMS recomienda a los países:

  • Identificar y priorizar a las personas de todos los grupos de edad elegibles que no recibieron las vacunas, en particular las poblaciones y comunidades más vulnerables.
  • Desarrollar e implementar estrategias adaptadas localmente para cerrar las brechas de inmunidad, particularmente para evitar brotes por enfermedades prevenibles por vacunación como sarampión, poliomielitis o fiebre amarilla.
  • Para facilitar las vacunas a lo largo de la vida, los países deben revisar las políticas y prácticas que impiden la vacunación en cada oportunidad (límites máximos de edad para vacunación, renuencia a administrar vacunas múltiples).
  • Vacunar a niñas y niños no incluidos en los programas de vacunación escolar, especialmente contra el virus del papiloma humano (VPH).
  • Actualizar el conocimiento y la práctica de los trabajadores de la salud sobre las políticas de vacunación, intervalos permitidos entre dosis, medidas de prevención y control de infecciones, así como de respuesta ante brotes.

Adicionalmente, la OMS llama al desarrollo de asociaciones entre sector público, privado y organizaciones de la sociedad civil para brindar vacunas y otros servicios de salud a las poblaciones; priorizar los servicios esenciales de salud, incluida la vacunación, en los presupuestos gubernamentales, y fortalecer las inversiones para la inmunización de rutina.

Todos tenemos un papel que desempeñar para asegurar que las personas reciban las vacunas que necesitan. Contamos con las herramientas para prevenir una serie de enfermedades y debemos echar mano de ellas.

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