Cuando la pandemia comenzó, una de las áreas que más preocupó al ecosistema de salud en todo el mundo fue la continuidad de los ensayos clínicos. En 2020, la realización de ensayos se detuvo y luego se reinició centrándose en los procedimientos mínimos que permitieron a los pacientes continuar con el acceso a terapias experimentales y posteriormente, que los sitios de los ensayos clínicos y sus responsables recopilaran datos sobre los efectos de esas terapias.
Fue preciso que los reguladores, los centros médicos y los responsables de los ensayos clínicos implementaran medidas flexibles sin precedentes, como la emisión de nuevas guías de orientación regulatoria en países como Estados Unidos, Brasil, China, Australia, Nigeria o el continente Europeo, que brindaron nuevas oportunidades para optimizar la experiencia de los pacientes y mostraron cómo el uso de la tecnología digital y la colaboración pueden mejorar el acceso y la diversidad de los participantes.
Para aprovechar las lecciones aprendidas de manera permanente, en 2021 se formó la Coalición Internacional contra el Cáncer de Bloomberg New Economy, que reúne a industria farmacéutica y de biotecnología, academia, defensores de pacientes, gobiernos, organizaciones no gubernamentales, consultoras, medios de comunicación y expertos en políticas. En conjunto buscan explorar formas de lograr un mejor acceso a los ensayos clínicos y una armonía regulatoria que acelere el desarrollo de nuevos tratamientos y estrategias de detección y prevención del cáncer.
En este 2022, la coalición publicó en Nature una serie de recomendaciones con tres áreas de enfoque para impulsar un nuevo modelo de atención al cáncer:
- Identificación e inscripción de pacientes: aprovechar las redes radiales y concentradas. Se parte de que muchas de las barreras para la inscripción de pacientes pasan por la falta de información y tiempo de los proveedores de atención médica para evaluar y discutir opciones de ensayos clínicos para sus pacientes; acceso desigual a pruebas de biomarcadores y secuenciación de próxima generación; poca disponibilidad de ensayos en el área local del paciente. Para remediar estas barreras, se propone echar mano de las herramientas de tecnología de la información.
- Tratamiento y seguimiento: potenciando modelos remotos e híbridos. Eliminar las barreras de la distancia entre el domicilio del paciente y los centros médicos usando la telemedicina para el consentimiento a distancia, la monitorización y el seguimiento, los estudios de imágenes y de laboratorio locales, o el envío de medicamentos orales a los hogares de los pacientes.
- Armonización regulatoria: reducción de barreras para la atención centrada en el paciente en todo el mundo. La Coalición destaca que la falta de armonización entre políticas regulatorias internacionales es la barrera más importante para desarrollar estrategias novedosas para el tratamiento del cáncer. Ejemplos como el Proyecto Orbis o el Reglamento de ensayos clínicos de la Unión Europea muestran los beneficios potenciales de la colaboración internacional y la armonización regulatoria.
La covid-19 nos mostró que las enfermedades no conocen fronteras, y ese mismo principio se puede aplicar en las estrategias para combatir grandes problemas de salud como el cáncer. Encuentren la recomendación completa de la Coalición en este enlace.