La recopilación de datos es de suma importancia para contar con información que permita abordar las brechas que persisten en la atención en salud pero, ¿Tenemos el panorama completo?
Con esta reflexión, el equipo de Data Saves Lives abre la conversación sobre cómo usamos los datos para medir las desigualdades en salud, qué se entiende por datos de igualdad, cómo es que se registran los datos de los pacientes y por qué se hace de tal o cual forma.
Por ejemplo, las preguntas que se hacen sobre nuestra edad u orientación sexual pueden resultarnos irrelevantes y hasta invasivas, sin embargo, esos datos pueden ayudar a identificar y cuantificar desigualdades dentro de los sistemas de salud.
Otros datos como la etnia, permiten saber en qué poblaciones se presentan con mayor frecuencia las enfermedades, como en el caso del cáncer: en Reino Unido, es más común en hombres blancos y negros, en comparación con los hombres de origen asiático; y en las mujeres negras hay mayor probabilidad de un diagnóstico tardío en comparación con los otros grupos étnicos.
Pero tener esos datos es solo una parte del trabajo. En muchos países y sistemas de salud no existe un enfoque estandarizado para recopilar datos, hay instituciones que no recopilan datos y quienes sí lo hacen, tienen una gran variación en las formas en que se registran y analizan esos datos.
El texto destaca la importancia de recopilar, estandarizar y conectar los datos para tener un panorama certero y fiable que a su vez permita tomar decisiones informadas. Asimismo, señala que la pandemia por covid-19 podría ser el catalizador que nos lleve a mejorar las formas en las que recopilamos y compartimos datos de salud.
En este enlace pueden encontrar el texto completo.