En el estudio “Entorno sobre las Políticas de COVID-19 y la Importancia de la Economía de la Salud en América Latina”, elaborado por el Instituto Wifor para la Federación Latinoamericana de la Industria Farmacéutica (FIFARMA), se analiza el impacto que tuvo la pandemia por covid-19 en la región de Latinoamérica, en términos de salud y economía.
El documento revisa las tendencias de la sostenibilidad y resiliencia de los sistemas de salud de Argentina, Colombia, Brasil, Chile, México y Perú, y destaca la necesidad de aumentar el gasto público en salud, así como de fortalecer el entorno competitivo de la investigación y las capacidades regionales de producción de vacunas y medicamentos.
Algunos de los hallazgos del informe muestran que:
- Hubo disparidades importantes en cuanto al número de muertes por cada 100 mil habitantes. Perú tiene la cifra más alta (642), seguida de Brasil (309) y Argentina (282).
- Sobre la vacunación, Chile encabeza la lista con 258 dosis por cada 100 mil habitantes, seguida de Argentina con 209 y Perú con 195.
- Mientras el promedio del gasto público en salud (como % del PIB) en la OCDE es de 5.8 %, y en países como Reino Unido es 8%, o en Francia del 8.8%, en México es de 3.1%, la cifra más baja de los países analizados en Latinoamérica.
- Los sistemas de salud latinoamericanos estaban preparados de manera diferente para una pandemia. La mayoría de los países de Latam mostraron una baja relación entre habitantes y médicos, enfermeras, hospitales y camas en las unidades de cuidados intensivos (UCI).
- Brasil y Perú tienen los números más bajos de médicos por cada mil habitantes, con 1.8 y 1.3, respectivamente. Sobre las enfermeras, Brasil tiene solo 1.5 por cada mil habitantes, y Colombia 1.3.
- A nivel de las políticas, Argentina, Perú y Colombia implementaron estrategias antes que Brasil, Chile y México. De todos, Chile fue el que tuvo mayor nivel de respuesta de política económica.
A la par de estos hallazgos, el informe destaca algunas lecciones aprendidas a nivel internacional contra la pandemia, entre ellas: la importancia de contar con un ecosistema innovador basado en el avance tecnológico asociado a la difusión de las tecnologías digitales dentro del sistema de salud; construir sistemas de salud más autosuficientes, donde el equilibrio del comercio farmacéutico debe cambiar en función de servicios y productos farmacéuticos más innovadores; cooperación entre los gobiernos y las ONG, la industria biomédica, la cadena de suministro y logística, la industria tecnológica, los mercados regionales y otros actores del sector privado.
La revisión del papel de la economía en la salud a nivel Latinoamérica pone de manifiesto la importancia del sector salud no solo en el bienestar de la población, sino en la riqueza social en general. Se refuerza la visión de la salud como una inversión en lugar de un costo, y como un actor clave para contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Se puede revisar el informe completo en este enlace.
