Se estima que actualmente más de 57 millones de personas viven con demencia, incluidas las personas con la enfermedad de Alzheimer. Para 2050, se ha pronosticado que la prevalencia de la demencia aumentará en casi 300%. A medida que las poblaciones mundiales envejecen y se amplían los métodos para mejorar el diagnóstico de la demencia, es probable que las tasas de demencia, las necesidades de tratamiento relacionadas y la carga sobre los sistemas de salud y los cuidadores sigan aumentando.
La provisión de atención médica de calidad para pacientes con demencia generalmente es bastante costosa. Para los países de ingresos altos, se ha estimado que, en 2015, el gasto social total superó los 660,000 millones de dólares. Claramente, los aumentos proyectados en el costo de la atención médica para las crecientes tasas de demencia son una preocupación crítica para todos los países.
En The Lancet el estudio Global and regional spending on dementia care from 2000–2019 and expected future health spending scenarios from 2020–2050: An economic modelling exercise tiene como objetivo recopilar toda la información disponible sobre los costos directos de la atención médica para la demencia, modelar las brechas y hacer estimaciones del gasto global en demencia para 195 países entre 2000 y 2019, así como el posible gasto futuro hasta 2050.
Los hallazgos del estudio estiman que, entre 2000 y 2019, el gasto mundial atribuible a la demencia aumento anualmente 4.5%, alcanzando los 263,000 millones de dólares en 2019; y el gasto total en atención médica para pacientes con demencia fue de 594,000 millones de dólares.
Las proyecciones del estudio calculan que el gasto atribuible a la demencia alcanzará los 1.6 billones de dólares para 2050, lo que representará el 11% de todo el gasto global en salud, aunque podría ser tan alto como el 17%.
Los tomadores de decisión deben priorizar la salud y el bienestar financiero de los pacientes que viven con demencia y sus cuidadores. Estamos en una carrera contra el tiempo y es necesario sentar las bases de las estrategias de atención para los pacientes que viven con demencia, y asegurarnos que sus cuidadores y la comunidad en la que viven cuenten con el apoyo de equipos multidisciplinarios.