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La Ciudad de México lleva ya más de tres años sin presentar casos autóctonos de paludismo, de acuerdo a informes del Sector Salud. Junto con los estados de Tlaxcala y Baja California, estas tres entidades están consideradas como regiones SIN riesgo de transmisión, estando Tlaxcala ya certificada al respecto por las autoridades de salud.

El paludismo, o malaria, se ha reducido de manera importante en los últimos 15 años en todo el mundo, pero aún representa un riesgo y una carga relevantes: más de 400,000 personas perdieron la vida en 2015 por causa de esta enfermedad y la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que se presentaron alrededor de 200 millones de casos en ese mismo año. La región más afectada es el África subsahariana, en la que se han dado cerca del 90% de los casos y los fallecimientos; tristemente, los niños menores de 5 años son quienes están en mayor riesgo en esta región, con más de 300,000 fallecimientos en este grupo en 2015.

La exposición al paludismo es uno de los principales problemas en el combate a este, ya que cerca de la mitad de la población mundial vive en áreas de riesgo. Aunque el desarrollo de la vacuna RTS,S contra la malaria será de gran ayuda en su erradicación, esta vacuna solo actúa contra el parásito P. falciparum (que en México ya ha sido eliminado, habiéndose presentado casos de infección por Plasmodium vivax únicamente). Hasta ahora, el método de control más eficaz ha sido la restricción del vector transmisor, que son las hembras del mosquito del género Anopheles, lo que indica que la reestructuración de las políticas de salud pública ha resultado benéfica y es por lo mismo una prioridad mayor; aun así, el diagnóstico y tratamiento oportunos también contribuyen a presentar una barrera contra la transmisión, además de ser la mejor herramienta para la disminución de la mortalidad por malaria.

En nuestro país la incidencia de casos de paludismo ha permanecido por debajo de los mil casos anuales que la OMS marcó como meta, y estamos en proceso de pre-eliminación de la enfermedad, de acuerdo al Informe mundial sobre el paludismo 2015. Uno de los factores más importantes en el combate al paludismo en México es el hecho de que hasta la fecha no ha habido casos de cepas de Plasmodium que presenten resistencia a los antipalúdicos, como sí ha sucedido en cinco países asiáticos en donde el parásito ha generado resistencia a la artemisinina.

Las políticas, programas y estrategias para el control del paludismo de los servicios de salud en México han demostrado ser altamente eficaces: de los más de 120 millones de habitantes en nuestro país, solo alrededor de 3.5 millones viven en áreas con focos activos de paludismo y del total de los casos registrados en 2014 no se reportó ningún fallecimiento. En México se aplican diferentes medidas de control que varían dependiendo de la zona: control físico por medio de la Eliminación y Modificación de Hábitats y criaderos de anofelinos (drenaje y relleno de charcos, instalación de mosquiteros, uso de vestimenta que cubra brazos y piernas, etc.), y control químico/biológico a través de larvicidas y adulticidas (recomendados solo en situaciones de brotes o desastres naturales), según información de la Secretaría de Salud.

Gracias a los diferentes programas de combate al paludismo, el Objetivo del Milenio 6 de las Naciones Unidas se alcanzó en 2015, reduciendo el número de casos reportados entre ese año y el año 2000 en casi un 40%, con una disminución de la mortalidad de un 60%, salvando más de 6 millones de vidas en ese mismo periodo. Esto indica que el apoyo a los programas existentes y al desarrollo de proyectos innovadores permitirá alcanzar la meta de los Objetivos de Desarrollo Sustentable de acabar con la epidemia de paludismo para el año 2030, aunque en las regiones de mayor incidencia se requiere aún de mayor financiamiento e inversión.

El reporte epidemiológico más reciente muestra que la situación en México es como sigue:

  • Sin riesgo de transmisión: Baja California, Ciudad de México y Tlaxcala.
  • Sin casos autóctonos en más de 15 años: Aguascalientes, Baja California Sur, Coahuila, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas.
  • Sin casos autóctonos de 10 a 14 años: Colima, Guerrero, Michoacán, Morelos, Puebla, Veracruz y Yucatán.
  • Sin casos autóctonos de 3 a 9 años: Oaxaca.
  • Con transmisión persistente: Campeche, Chiapas, Chihuahua, Durango, Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Tabasco y Quintana Roo.

En el primer semestre de 2016 solo se han reportado 35 casos de P. vivax en cuatro de las entidades del grupo de transmisión permanente.

La investigación farmacéutica han sido un pilar en la lucha contra las enfermedades como el paludismo y en AMIIF impulsamos el desarrollo de tratamientos innovadores y eficaces que promueven la salud y el bienestar de nuestro país.

Fuentes:

http://www.pediatria.gob.mx/boletin_v2n1.pdf

http://www.who.int/features/factfiles/malaria/es/

http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/200018/1/9789241565158_eng.pdf

https://www.gob.mx/salud/acciones-y-programas/paludismo?idiom=es

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