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Nacer prematuramente puede tener consecuencias lamentables dependiendo de los recursos técnicos y humanos con los que cuente el hospital o Sector Salud que atienda el nacimiento. Las probabilidades de supervivencia para un bebé que nace antes de las 28 semanas de gestación varían de manera drástica entre diferentes regiones: aproximadamente el 90% de estos recién nacidos fallece en sus primeros días de vida, en países de ingresos bajos; mientras que en países de ingresos altos, el promedio es menor al 10%.

Disminuir la tasa de nacimientos prematuros en el mundo es importante por diversas razones, incluyendo el impacto que esto tiene en las dos primeras metas del tercer Objetivo de Desarrollo Sustentable de la ONU: la reducción en la mortalidad materna y en la mortalidad infantil. Las estrategias diseñadas para la prevención de nacimientos prematuros tienen un impacto directo en la salud de los infantes y de sus madres, y pueden ser alcanzadas sin tener que disponer de recursos extraordinarios, como lo muestra el informe ‘Born Too Soon’, elaborado en 2012 para la Organización Mundial de la Salud y otros organismos afiliados, en apoyo al movimiento Todas las mujeres, todos los niños impulsado por la ONU.

Cuando un bebé nace antes de tiempo enfrenta diferentes riesgos con múltiples consecuencias posibles, desde impedimentos físicos como deficiencias visuales o auditivas, o enfermedades pulmonares crónicas, hasta discapacidades motrices de origen neuronal, como la parálisis cerebral. La carga que esto representa para los sobrevivientes y sus familias puede ser devastadora, en especial si viven en condiciones de ingresos bajos o pobreza. Pero el impacto más importante para la salud pública es la mortalidad de los prematuros. A nivel mundial, las complicaciones en los nacimientos prematuros son la principal causa de muerte neonatal, esto es, de bebés menores de 28 días; para la mortalidad en menores de cinco años, la prematuridad es la segunda causa. Alrededor de 15 millones de niños al año nacen de manera prematura globalmente, de los cuales más de un millón fallece por dicha causa.

Reconocer que esta situación es un problema de salud pública es un paso importante que en algunas regiones del mundo aún no se ha dado, agravando aun más este problema. En el caso de México, algunos indicadores de salud en Méxicomuestran que la tasa de nacimientos antes de término en nuestro país es de alrededor del 8%, lo que implica que casi 180,000 niños prematuros nacen anualmente en nuestro territorio. Los organismos de salud como el Instituto Nacional de Pediatría (INP) tienen establecidos programas para la prevención y el apoyo a los nacidos pretérmino. De hecho, el INP organiza este año su 5º Simposio de Prematurez para tratar el tema de la prevención, dirigido tanto a especialistas del ramo como al público en general y cuya asistencia no tiene costo alguno (puedes ver aquí el folleto de invitación a este evento).

Un comienzo firme para los pequeños héroes

Con el fin de elevar la conciencia de la población al respecto de este problema se instituyó el Día Mundial del Prematuro (DMP), este año con el lema “un comienzo firme para los pequeños héroes”. El DMP es auspiciado por la Fundación Europea para el Cuidado del Recién Nacido (en inglés, EFCNI) y apoyado por cientos de organizaciones alrededor del mundo, incluida la OMS. Se celebra cada 17 de noviembre, desde 2009, para darle voz a esos recién nacidos prematuros. El color que simboliza al Día Mundial del Prematuro es el púrpura, y se invita a todos los participantes a mostrar ese color en sus casas, sus redes sociales y sus lugares de empleo para dar mayor visibilidad a este evento. La EFCNI tiene también disponible material como plantillas, pósters y guías que puedes descargar de su sitio web, en diferentes idiomas, y así contribuir a este importante movimiento. También puedes visitar su página en Facebook (en inglés): https://www.facebook.com/WorldPrematurityDay.

Las acciones para promover la salud de los prematuros se han visto frenadas en parte por la perseverancia de conceptos erróneos –mitos– alrededor de este tema. Dos de los mitos más perniciosos son: la falsa idea de que las soluciones a los nacimientos prematuros son conocidas y por lo tanto solo se requiere llevar esas soluciones a todas las madres, y la idea de que los costos para implementar programas de atención a los bebés prematuros rebasa las capacidades de los presupuestos de salud en países de ingresos medios y bajos. Esas dos ideas son incorrectas.

Por un lado, aún desconocemos todas las causas que existen detrás de los nacimientos pretérmino. Y aun cuando sabemos que ciertos programas de prevención son efectivos, como la planificación familiar en regiones con altos índices de embarazo juvenil, se requiere de mayor investigación –lo que implica mayor inversión– para poder determinar las causas de la prematuridad. Esto significa que el problema seguirá presente a pesar de nuestros esfuerzos actuales.

Por otro lado, se ha demostrado que existen intervenciones eficaces y de bajo costo que pueden ser implementadas de manera relativamente fácil, pero que requieren de un esfuerzo de concienciación y educación a la población. Para dar un ejemplo, el uso del método de “mamá canguro” y la aplicación de corticosteroides antenatales y tocolíticos han demostrado una importante y rápida reducción en la mortalidad infantil, sin incurrir en gastos extraordinarios. Desafortunadamente se ha encontrado resistencia al uso de ciertos tratamientos por falta de una información adecuada y de mayor difusión al respecto. De hecho, hasta 2012, el promedio de utilización de algunos tocolíticos en México se encontraba por debajo del promedio mundial.

Los esfuerzos para prevenir los nacimientos prematuros y atender a los bebés que nacen antes de tiempo, como ya lo mencionamos, arrojan beneficios que se extienden a otras áreas y al mismo tiempo necesitan de ellas, no pueden –ni deben– hacerse de manera independiente, sino que deben involucrar a todos. Los objetivos de salud, educación, investigación, desarrollo, equidad de género, inversión, legislación, etc. son todos parte de una sola meta común, que es el bienestar de todos.

Este 17 de noviembre apoya las actividades del Día Mundial del Prematuro y junto con la AMIIF contribuye al mejoramiento de la salud de México y el mundo.

Fuentes:

http://www.who.int/pmnch/media/news/2012/201204_borntoosoon-report.pdf

http://www.efcni.org/index.php?id=2208

http://www.medigraphic.com/pdfs/ginobsmex/gom-2014/gom147e.pdf

http://www.pediatria.gob.mx/servhos_3.html

http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/43083/1/9243590359.pdf

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