Uno de los más graves problemas que el Sector Salud enfrenta actualmente es la resistencia a los antimicrobianos (RAM), que cada vez es una amenaza mayor para la salud de la población y de la que ya hemos hablado aquí en una entrada anterior.
Los costos que esto implica para el Sistema de Salud en México en particular y para la economía del país en general no son fácilmente calculables pero tampoco son difíciles de imaginar. La productividad se ve reducida por el ausentismo que esto genera y a la vez los gastos extraordinarios en materia de subsidios y de gastos de bolsillo se incrementan de manera considerable.
Entre las múltiples causas de la RAM están el abuso y el uso inadecuado de los antimicrobianos ya que estos, a pesar de las medidas de control establecidas por la Secretaría de Salud de México, son frecuentemente administrados sin la supervisión apropiada y no es raro que se usen antibióticos para el tratamiento de enfermedades virales, lo que es indicativo de la confusión que existe con respecto a los términos “antibiótico” y “antiviral” por parte de la población en general. Esta confusión puede ser fácilmente constatada por la cantidad de preguntas al respecto que se hacen en diferentes foros y sitios especializados en internet. Incluso es posible encontrar sitios comerciales -no profesionales- de salud que ofrecen información incorrecta.
Uno de los conceptos erróneos más comunes es la idea de que los antibióticos son “más potentes” que los antivirales o viceversa, lo que resulta en que muchas personas se automediquen incorrectamente, ya sea porque consigan los fármacos de manera irregular o porque consuman los medicamentos sobrantes de una receta anterior que tenían en casa. Esta automedicación no solo conlleva el riesgo de generar resistencia a los antimicrobianos, sino también de posibles afecciones a la persona que consuma el fármaco por no ser el producto indicado.
Las consecuencias económicas que estas prácticas tienen en los servicios de salud en México se reflejan en el número de personas atendidas por padecimientos que podrían ser evitados si se establecieran una vigilancia y un control más estrictos, y se reforzaran los programas de difusión para concientizar a la población de los riesgos en los que se incurre por desconocer el significado de los términos empleados y no acudir con profesionales de la salud para atender sus padecimientos. Es necesario mantener una campaña permanente de información que le permita a la población tomar decisiones adecuadas para el cuidado de su salud y de esa manera evitar riesgos y cargas innecesarios que acaban por tener un impacto notable en la productividad y la economía de la nación.
Fuentes:
Resistencia a los antimicrobianos: www.who.int/mediacentre/factsheets/fs194/es/
Falacias: los antibióticos y los virus: http://eltamiz.com/2008/03/25/falacias-los-antibioticos-y-los-virus/
https://www.linkedin.com/pulse/la-venta-de-medicamentos-sin-receta-en-m%C3%A9xico-xavier-tello