La atención del cáncer, que va desde la prevención hasta la supervivencia, se vio afectada por la pandemia de covid-19. En América Latina se espera una sobrecarga de pacientes con cáncer y los sistemas de salud no están preparados para manejar la demanda en términos de presupuesto, personal de salud y centros especializados.
Lo anterior se desprende del informe El impacto de la pandemia de COVID-19 en la atención del cáncer en América Latina, elaborado por Americas Health Foundation y seis especialistas en oncología en la región. En él se evalúan los impactos de la pandemia en 11 países de América Latina (entre ellos, México), a través de 18 variables clave del cuidado del cáncer. Se enfoca en los tipos de cáncer más frecuentes: próstata, mama, colorrectal, pulmón y cervical, y utiliza encuestas de percepción a organizaciones de pacientes y médicos, así como un análisis económico.
Los hallazgos más destacados muestran que:
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El impacto de la pandemia de covid-19 en la atención del cáncer en América Latina se refleja principalmente en tres ámbitos: prestación de servicios, mortalidad e impacto económico para el paciente y los sistemas de salud.
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Uno de los principales impactos de la pandemia en la atención del cáncer ha sido la pérdida de acceso al diagnóstico precoz y al tratamiento oportuno.
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También se registra una disminución en los exámenes de rutina y de seguimiento, a consecuencia del aumento del gasto de bolsillo y a la pérdida de cobertura de salud relacionada con el desempleo.
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Aproximadamente 473 mil personas serán directamente afectadas por un cambio en la etapa clínica del cáncer, morirán debido al retraso en el tratamiento o caerán en catástrofe financiera o empobrecimiento.
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La covid-19 impactó de manera desproporcionada a las mujeres, acentuando la desigualdad de género en la salud. Se registra una reducción en la cantidad de mamografías; mientras tanto, 2 de cada 3 cuidadores son mujeres o niñas, dejándolas vulnerables en términos de salud, empleo y bienestar social.
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En México, los servicios de atención del cáncer se han visto significativamente interrumpidos a lo largo de la pandemia, principalmente las áreas de cirugías (74%), quimioterapias (65%) y diagnósticos (60%).
Además de documentar las repercusiones económicas, el informe emite una serie de recomendaciones para abordar los desafíos que surgieron a raíz de la pandemia, entre ellas: abogar por políticas públicas y programas de apoyo, desarrollar estrategias específicas para estar mejor preparados para futuras crisis, combatir la escasez y mala distribución de recursos de salud e incorporar la perspectiva de género en los problemas asociados a la covid-19 y la atención del cáncer.
Les invitamos a leer el resumen ejecutivo en este enlace, y el informe completo aquí.