Mirar la salud y el bienestar de las personas con lupa de género es vital para comprender por qué las enfermedades afectan de una u otra manera, o por qué los factores de riesgo tanto en hombres como en mujeres se expresan de manera diferente.
En este texto publicado en Nexos, Laura Flamand, Profesora-Investigadora de El Colegio de México; y Emanuel Orozco Núñez, Carlos M. Guerrero-López y Edson Serván-Mori, investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), destacan que en nuestro país persisten desigualdades injustas, innecesarias y evitables asociadas al sexo, el género, la etnia, el color de piel, la clase social y la orientación sexual, entre otras. En particular, el sexo y el género se han identificado como factores que determinan el estado de salud y bienestar de las personas por diferentes vías.
En este sentido, subrayan la necesidad de investigar la interseccionalidad de la desigualdad de género y cómo hacerle frente, y la urgencia de diseñar e implementar políticas sociales sensibles al género como mecanismo medular para lograr un sistema de salud equitativo, efectivo y universal.
El texto también señala que, alcanzar una mayor equidad de género en materia de protección social, implica adaptar las acciones de política en salud a las realidades y roles particulares que tienen en la sociedad tanto mujeres como hombres; acciones que contribuyan a eliminar las desigualdades de género en la salud. Les invitamos a leer este análisis aquí.