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  • El alcance de esta decisión no implica que desaparezcan automática ni inmediatamente las patentes de vacunas ni de productos farmacéuticos relacionados con la Covid-19.
  • Desde la industria biofarmacéutica preocupa el mensaje que se manda a quienes llevan a cabo investigación, desarrollo e innovación en salud a nivel global y cuyos esfuerzos han sido determinantes para poner fin a la pandemia por Covid-19.

La decisión de la Organización Mundial del Comercio (OMC), de adoptar una exención con respecto a las patentes de vacunas contra el covid 19, abre la posibilidad para que sus miembros, a través de su legislación interna, puedan implementar durante los siguientes cinco años, ciertas flexibilidades que permitan autorizar de forma expedita licencias obligatorias para vacunas contra la Covid-19.

Es importante clarificar que el alcance de esta decisión no implica que desaparezcan automática ni inmediatamente las patentes de vacunas ni de productos farmacéuticos relacionados con la Covid-19.

México cuenta con un marco protección a la propiedad industrial robusto que ya considera figuras de excepción a los derechos de propiedad industrial bajo esquemas que brindan certeza a los actores industriales y las autoridades reguladoras. En el caso de la salud, se busca que estos esquemas beneficien a la población y su acceso a innovaciones que puedan fortalecer su bienestar y calidad de vida.

No obstante, desde la industria biofarmacéutica preocupa el mensaje que se manda a quienes llevan a cabo investigación, desarrollo e innovación en salud a nivel global y cuyos esfuerzos han sido determinantes para poner fin a la pandemia por Covid-19. Además, con esta decisión se señala incorrectamente a la propiedad intelectual como una barrera para la respuesta a la pandemia en lugar de un habilitador que brinda soluciones de atención médica, de manera segura y rápida a los pacientes.

En este sentido, vale la pena subrayar los siguientes datos:

  • Para abril de 2022 se habían entregado 13,700 millones de dosis de vacunas contra la Covid-19 a nivel mundial y se habían administrado 11 mil millones.
  • La escala de fabricación de cero a más de 13,000 millones de dosis en 16 meses desde que se aprobó la primera vacuna de emergencia se logró gracias a 372 alianzas, de las cuales el 88% (329) incluyen transferencia de tecnología. Se firmaron 51 acuerdos de fabricación y producción en países en desarrollo.
  • De los más de 13 mil millones de dosis entregadas, 2.25 mil millones de dosis se mantienen en stock. De esos 1,035 mil millones de dosis se encuentran en países de ingresos bajos y medio bajos. El stock disponible de vacunas covid-19 en Europa es de aproximadamente 350 millones de dosis.
  • De acuerdo con el gobierno mexicano, al 6 de junio, se habían aplicado 225 millones 615,255, vacunas contra la Covid-19. Posicionando a México dentro de los 10 primeros países, a nivel mundial, con mayor número de dosis administradas.

Lo anterior, evidencia que la propiedad intelectual no ha sido un impedimento para lograr avances significativos en la producción de vacunas contra la covid-19 ni en México, ni en el mundo.

Una sólida protección a la propiedad intelectual generó el ambiente propicio para que, actualmente, el mundo cuente con 11 vacunas contra la Covid-19 aprobadas para uso de emergencia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y con 36 tratamientos aprobados globalmente.

Minar el ecosistema que nos ha brindado soluciones para enfrentar la Covid-19 y que ha facilitado una cantidad sin precedentes de asociaciones, licencias voluntarias e intercambio de conocimientos durante esta pandemia, puede tener un efecto indeseable en el futuro y, sin duda, manda una señal poco alentadora no solo a la industria biofarmacéutica sino a todos los sectores innovadores.

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