Persisten sesgos y prejuicios que menoscaban el desarrollo de las mujeres

Aproximadamente 9 de cada 10 hombres y mujeres en el mundo siguen manteniendo un sesgo contra las mujeres. Por ejemplo, la mitad de la población en el mundo cree que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres, y 40% opina que los hombres son mejores ejecutivos empresariales.

El Índice de Normas Sociales de Género (GSNI por sus siglas en inglés), publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) revela estos y otros datos que muestran sesgos y prejuicios contra las mujeres, los cuales impactan en la garantía de derechos humanos, el desarrollo y la igualdad para este sector de la población.

Al nivel de la representación, solo un 10% de mujeres ocupa la jefatura de un Estado o posiciones en gobiernos, cifra que no cambia desde 1995. En lo laboral, las mujeres ocupan menos de la tercera parte de los cargos directivos. Y si hablamos de la educación, a pesar de que las mujeres cuentan con más formación y habilidades que nunca, en 59 países donde su nivel educativo es mayor que el de los hombres, la brecha de ingresos es de hasta 39% en favor de ellos.

En el campo de la salud, ellas constituyen el 70% de la fuerza laboral en el mundo, sin embargo, solo el 25% ocupa puestos directivos, y solo 5% tiene puestos de liderazgo en organizaciones de salud. 

El informe examina las actitudes hacia las mujeres en cuatro dimensiones —política, económica, educativa e integridad física—,  con información de 80 países y territorios (México incluido) que representan el 85% de la población mundial, y si bien muestra un panorama poco alentador, también señala que el cambio es posible. 

Los gobiernos juegan un papel fundamental y pueden impulsar acciones concretas para cambiar las normas sociales de género, como las políticas en materia de permisos de maternidad y paternidad, o el reconocimiento del valor económico que tiene el trabajo de cuidado no remunerado, a menudo realizado por mujeres.

A su vez, todos los sectores de la sociedad podemos sumarnos para abordar los sesgos y las normas sociales, a fin de garantizar el cumplimiento de los derechos humanos de las mujeres en todos los ámbitos de la vida. 

En este enlace podrán acceder al informe completo.