El 8 de octubre, durante el Foro Resistencia Antimicrobiana: enfoque integral se firmó la Declaración para el Control de la Resistencia Antimicrobiana CDMX 2021 en la que se señala la importancia de contar con acciones a nivel local y nacional en las que participen todos los sectores del gobierno; establecer planes y calendarizar metas con indicadores verificables para los próximos tres años, con una primera meta: Alcanzar una disminución del consumo de antimicrobianos en un 30% al cabo de 2024.
El impacto global de la resistencia antimicrobiana se estima en unos 700 mil fallecimientos cada año y de seguir, podría generar hasta 10 millones de muertes para 2050. A diferencia de la COVID-19, la resistencia antimicrobiana es una amenaza conocida y prevenible, de ahí la importancia que esta declaratoria se traduzca en acciones contundentes y palpables.
En 2020 la industria biofarmaceútica creó un fondo de mil millones de dólares para apoyar la investigación clínica de antibióticos innovadores para el abordaje de las bacterias más resistentes y las infecciones potencialmente mortales. La meta es desarrollar de 2 a 4 medicamentos. Aquí pueden conocer más acerca del AMR Action Fund y acá leer una entrevista con el doctor Samuel Ponce de León, coordinador del Plan Universitario de Control de la Resistencia Antimicrobiana, en la que habla sobre este problema de salud pública y las formas en que, juntos, la industria farmacéutica, las instituciones médicas y la sociedad podemos –y debemos– enfrentarlo.
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