Desde el descubrimiento de la penicilina la forma en que nos referirnos a los antibióticos ha variado mucho. Su apariencia física sigue siendo una estrategia poco explorada para generar conciencia sobre su uso responsable entre usuarios y proveedores. Debido a ello, la identificación de antibióticos orales y su distinción de otros medicamentos puede ser un desafío.
El proyecto Antibiotic Access and Use (ABACUS) comenzó en 2017; se enfoca en explorar prácticas comunitarias de acceso y consumo de antibióticos en comunidades de países de bajos y medianos ingresos. Su objetivo es crear métodos para mejorar su uso.
De acuerdo con los datos recopilados por ABACUS, muchos de los proveedores no siempre son conscientes de que algunos de los medicamentos con los que trabajaban son antibióticos. Además, la ausencia de características que los identifiquen se suma a los desafíos del control de su consumo.
Diferentes expertos ya han reconocido que distinguir los antibióticos de otros medicamentos es un objetivo de salud importante. Además, teniendo en cuenta el desarrollo alarmante de la resistencia a los antimicrobianos (RAM) y el aumento del consumo de antibióticos a nivel mundial, es crucial frenar su uso indebido y excesivo.
Conoce más sobre el artículo de The Lancet Global Health en este enlace.
