El mundo está cada vez más cerca de poner fin al VIH como amenaza para la salud pública. A medida que la respuesta mundial a la epidemia del VIH continúa pasando de una respuesta de emergencia a una centrada en sostener el progreso que hemos logrado, hoy resulta fundamental que se sigan generando soluciones innovadoras para abordar nuevos desafíos.
De acuerdo con los datos recopilados en el reciente reporte de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés), un enfoque de «talla única» no funciona cuando se trata de la salud de una población mundial, y todavía existen altas tasas de interrupción del tratamiento para las personas que viven con VIH, especialmente en los casos de mujeres.
Estos son algunos datos relevantes del reporte de la USAID:
- Cada semana, 4 mil mujeres jóvenes se infectan con VIH en todo el mundo: mujeres y niñas enfrentan un mayor riesgo de infección por VIH debido a factores como el aislamiento social, la pobreza, la discriminación, la violencia de género y la escolarización inadecuada.
- En países de ingresos bajos y medianos, las personas que buscan tratamiento contra el VIH suelen enfrentarse al estigma social, falta de fondos para llegar al centro de atención y a largas esperas para recibir atención una vez que llegan.
- Las personas que viven con el VIH y reciben tratamiento pueden vivir una vida larga y saludable.
- De acuerdo con la USAID, a través del estudio CATALYST, hoy en día las opciones de prevención del VIH para mujeres abundan entre una pastilla diaria de prevención del VIH (PrEP oral), un anillo vaginal y un nuevo inyectable de acción prolongada, que se administra cada dos meses.
- Para las y los pacientes que informan que no reciben medicamentos de manera conveniente, USAID ayuda a conectarlos con un trabajador de salud comunitario para garantizar el uso constante de los mismos.
Para reducir las barreras que impiden que los pacientes reciban medicamentos contra el VIH, USAID generó una iniciativa que apoya la dispensación de su tratamiento diario durante varios meses, y los esfuerzos para crear lugares adicionales para que las personas recojan sus medicamentos fuera del centro de salud, como farmacias comunitarias y casilleros automáticos.
Hoy existe la esperanza de que podamos apoyarnos en la innovación de nuevos métodos de apoyo a pacientes que viven con VIH, y para que tanto mujeres como hombres tengan la oportunidad de elegir la opción de prevención que mejor se adapte a sus vidas.
