El lupus es una enfermedad autoinmune e inflamatoria que puede afectar a distintos órganos y sistemas del cuerpo como la piel, los riñones, las células sanguíneas, el cerebro, el corazón y los pulmones. Dado que sus signos y síntomas son inespecíficos, entre ellos, la baja de peso o la fatiga inexplicable, el diagnóstico se retrasa y la calidad de vida de las y los pacientes se deteriora.
Esta situación impulsó a miembros del Laboratorio Internacional de Investigación sobre el Genoma Humano (LIIGH), de la UNAM, a crear el primer Registro Mexicano de Lupus, cuyo objetivo es generar una estadística confiable de pacientes y además, acercar a esta comunidad con científicos y profesionales de la salud para mejorar la investigación de terapias.
El equipo del LIIGH estima que 20 de cada 100 mil personas en nuestro país viven con Lupus Eritematoso Sistémico, mientras que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) señala que de cada diez personas que padecen la enfermedad, nueve son mujeres, y la mayor prevalencia se da entre los 20 y 40 años de edad.
Investigaciones como esta se suman a los esfuerzos de la industria biofarmacéutica que desarrolla más de 300 terapias para enfermedades autoinmunes, entre ellas, anticuerpos monoclonales para el tratamiento del lupus. Tanto el diagnóstico oportuno como el acceso a terapias, son clave para mejorar la calidad de vida de las y los pacientes.