La investigación clínica es una actividad transversal que impacta los cuatro ejes estratégicos del plan de reactivación económica del gobierno federal: mercado interno, inversión, comercio internacional y regionalización, afirmó el director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Industrias de Innovación Farmacéutica (AMIIF), Cristóbal Thompson.
“La inversión en investigación clínica es de aproximadamente de 250 millones de dólares anuales, así que hay una gran oportunidad de mejorar”, manifestó durante el espacio “Ideas para avanzar: Foro de reactivación económica”, realizado este martes por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Para dimensionar el peso de la investigación clínica en el país, Thompson dijo que por cada puesto de trabajo se generan 4.4 más, y que el fomento al desarrollo tecnológico y científico puede detonar una inversión de 500 millones de dólares anuales en los próximos cinco años.
“Estamos discutiendo con la autoridad reguladora sanitaria cómo mejorar procesos”, agregó.
Sostuvo que la investigación clínica promueve la creación de acuerdos con centros de investigación en México, así como con instituciones académicas, y que hay una oportunidad de desarrollar clústeres específicos y regionales.
Afirmó además que 17,000 pacientes se beneficiaron entre 2016 y 2020 gracias a la investigación clínica en el país, y que se generaron 2,400 empleos directos y 9,000 indirectos, de acuerdo con un estudio de KPGM.
Aseguró que México tiene todo para convertirse en un centro de investigación clínica a nivel global, pues cuenta con:
- Un perfil demográfico que permite reclutamiento de pacientes a gran escala y con un perfil epidemiológico diverso.
- Un sistema de salud con diversidad de opciones para hacer investigación.
- Costos competitivos.
- Más de 300 comités de ética en investigación para la aprobación de protocolos, con registro ante la Comisión Nacional de Bioética.
- Infraestructura hospitalaria.
- Investigadores capacitados.
- Liderazgo regional en exportación de productos farmacéuticos.
Recordó que en 2018 la industria biofarmacéutica invirtió 179,000 millones dólares a nivel mundial en inversión y desarrollo.
Además, subrayó que es fundamental la simplificación de los procesos regulatorios para acelerar la inversión en innovación clínica en beneficio de los pacientes.
“La velocidad de aprobación de los protocolos es fundamental para volvernos una potencia”, indicó. Hemos propuesto reducir de 255 a 45 días naturales el tiempo promedio en los trámites regulatorios en México, de este modo, dijo, se incentivará la apertura de más centros de investigación y habrá más pacientes beneficiados.
Resaltó que además de la pandemia por COVID-19 hay que poner foco en las enfermedades no transmisibles, pues según la OMS matan a 41 millones de personas cada año, lo que equivale al 71% de las muertes que se producen en el mundo. Muchas de esas enfermedades no transmisibles son un factor de mayor vulnerabilidad frente al SARS-CoV-2.
Por ello destacó que la inversión en investigación clínica es prioritaria, pues está ligada a la innovación terapéutica cuyo fin último es satisfacer las necesidades no satisfechas de los y las pacientes mexicanas.