El número de patentes que se solicitan a nivel mundial es un buen medidor de la actividad innovadora, esa que nos brinda la posibilidad de encontrar nuevos caminos para hacerle frente a los retos más apremiantes de nuestro tiempo.
El nuevo Informe sobre el panorama de las patentes: vacunas y tratamientos relacionados con la COVID-19, publicado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), destaca que, entre enero de 2020 y septiembre de 2022, se presentaron 7758 solicitudes de patentes a nivel mundial. De ellas, unas 4787 fueron para terapias destinadas a ayudar a las personas ya infectadas con el coronavirus, mientras que 1298 fueron para el desarrollo de vacunas.
Estas cifras dan cuenta de la velocidad sin precedentes con la que se respondió a la emergencia de salud, misma que no hubiera sido posible sin un ecosistema innovador cuya base es la investigación científica y las inversiones que se han hecho durante décadas, respaldadas por un sistema sólido de propiedad intelectual.
Otros hallazgos significativos de este documento muestran que:
- China lidera el top 5 de países con más solicitudes de patentes, tanto en vacunas como en terapias. Le siguen Estados Unidos, Alemania, la República de Corea y Rusia, para vacunas; Estados Unidos, República de Corea, India y Alemania, para terapias.
- Las solicitudes de patentes se dividieron casi por igual entre empresas y organizaciones de investigación: 52% y 42%, respectivamente, para vacunas, y 49% y 38%, respectivamente, para productos terapéuticos.
- Los anticuerpos representan aproximadamente un tercio de las patentes presentadas en el área de terapias biológicas y son los de mayor crecimiento
- Los datos de las patentes revelan enfoques innovadores para el tratamiento de la covid-19, tales como el uso de CRISPR-Cas o de fármacos basados en ácidos nucleicos.
- Alrededor de una cuarta parte de las solicitudes presentadas tenía más de un cesionario, lo que indica colaboración entre empresas y organizaciones de investigación
La pandemia por covid-19 trajo consigo enormes retos y la necesidad de adaptarnos a nuevos esquemas. Fuimos testigos y partícipes de una colaboración multisectorial que nos dejó grandes lecciones y que nos demostró que es posible innovar y entregar soluciones de salud cuando hay un sistema robusto de propiedad intelectual.
Les invitamos a consultar el informe completo en este enlace.