Históricamente las mujeres han sido excluidas o subrepresentadas en la investigación médica, y las condiciones que más les afectan obtienen menos fondos. Nature acaba de publicar una serie de gráficos que muestran las disparidades en financiación para las condiciones que afectan de manera desproporcionada o exclusiva a las mujeres, como la endometriosis, la migraña o los trastornos de ansiedad.
En este gráfico, se muestran las enfermedades clasificadas por la carga que representan, para hombres (color azul) y mujeres (color naranja).
Ahora, tengan este dato en mente: solo en EE.UU., los Institutos Nacionales de Salud (NIH) gastaron 45 000 millones de dólares en investigación biomédica en 2022. Si la financiación de los NIH estuviera determinada solo por la carga de la enfermedad, las burbujas permanecerían en el mismo orden que el gráfico anterior. Pero no.
Vemos como la migraña, los dolores de cabeza, la endometriosis y los trastornos de ansiedad, que afectan de manera desproporcionada a las mujeres, atraen muchos menos fondos en proporción a la carga que ejercen.
Estos gráficos derivan del trabajo del matemático aplicado Arthur Mirin, que publicó su análisis en 2021 y que no deja lugar a dudas sobre un hecho preocupante: la financiación de la investigación sobre salud de las mujeres no está alineada con la carga de las enfermedades que les afectan.
A todo esto, ¿Qué pasaría si aumentamos la financiación en investigación para la salud de las mujeres? Un modelado con datos de Women’s Health Access Matters (WHAM) e investigadores de RAND Corporation, donde se consideran cuatro condiciones que afectan a las mujeres de manera desproporcionada o diferente de los hombres (artritis reumatoide, enfermedad arterial coronaria, Alzheimer y cáncer de pulmón), y el doble de financiación de los NIH para estas enfermedades centradas en las mujeres (700 millones de dólares), muestra que:
Tan solo para la enfermedad de las arterias coronarias, se proyectó que el aumento del presupuesto salvaría casi 20 000 años de vida y casi 40 000 años con enfermedades para las mujeres durante un período de 30 años.
Análisis como estos y como el estudio que llevamos a cabo para conocer los impactos económicos y de salud de las enfermedades no transmisibles (ENT) en las mujeres mexicanas, son cruciales para definir estrategias que permitan compensar la brecha de género en la financiación, investigar más sobre la salud de las mujeres y desarrollar soluciones de salud que respondan a sus necesidades únicas.
Les invitamos a revisar el micrositio de Nature, donde se encuentran los gráficos interactivos, así como una versión PDF de este análisis.