Las enfermedades no transmisibles (ENT) son la gran epidemia de nuestro tiempo e impactan de manera considerable la salud y la vida de las personas, así como la capacidad de los sistemas de salud en el mundo.
En el informe Hábitos que cuestan la vida: la epidemia de las enfermedades no transmisibles, de Llorente y Cuenca, se analizan las política y programas de acción, las percepciones y opiniones en la atención de las ENT, y si los planes y proyectos que existen son suficientes para contener su impacto en la calidad de vida de quienes las padecen.
También, se busca entender el impacto de los factores modificables y cómo lograr que las personas tomen acciones para mejorar su calidad de vida. Para explorar alternativas que motiven cambios de hábitos y complementen los planes y programas de los gobiernos, el informe incluye la opinión de 38 expertos en salud pública, médicos, representantes de empresas y grupos de pacientes de Colombia, México, Brasil, Argentina, Panamá, República Dominicana y Ecuador.
Las y los encuestados consideran que existen retos y áreas que se deben atender, entre ellas:
- Enfocarse en la prevención para mejorar la tasa de diagnóstico oportuno
- Crear programas de educación al paciente sobre estilos de vida saludables y acceso a medicamentos
- Abordar el hecho de que los sistemas de salud actuales están más enfocados en la curación que en la prevención. Fortalecer la atención primaria de salud
- Considerar la contaminación del aire y del agua y estar atentos a los precursores cancerígenos en los alimentos
- Aumentar la inversión en los presupuestos de salud, por ejemplo, a través de más impuestos a productos poco saludables y usar esa recaudación a programas de mejora de la salud de la población.
A la par de estas opiniones, los expertos consideran que se requieren nuevas asociaciones y nuevos esquemas de colaboración en los que participe el sector privado, y que estén centrados en la promoción de la salud y de hábitos y estilos de vida saludables.
Por su parte, los autores del informe recomiendan impulsar políticas públicas enfocadas en la prevención, y que sean inclusivas e integrales; y echar mano de los datos, las nuevas tecnologías y la creatividad para crear campañas de comunicación mucho más efectivas y que establezcan una conversación real con la población.
Les invitamos a consultar el informe completo en este enlace.
