El tratamiento de enfermedades no transmisibles (ENT) como el cáncer o la enfermedad renal suelen ser catastróficos e impactan profundamente la economía de las familias. El gasto de bolsillo (aquel gasto directo de las familias para solventar la atención de la salud) tiene efectos negativos en los hogares y para hacerle frente, a menudo las y los pacientes recurren a la interrupción de su tratamiento o a la reducción del gasto en alimentos y educación.
Lo anterior de desprende del informe Pagando el precio: una inmersión profunda en la carga económica del cuidado que experimentan las personas que viven con enfermedades no transmisibles en el hogar, editado por NCD Alliance y The George Institute for Global Health, donde se hace una revisión de la literatura y de datos cualitativos para comprender los alcances y efectos del gasto de bolsillo en las personas que viven con ENT.
El informe demuestra que en todos los países, pero sobre todo en los países de ingresos bajos y medianos, las personas que tienen más probabilidad de pagar de su bolsillo por la atención médica son los grupos pobres y marginados, los que viven en áreas rurales y las personas muy jóvenes y mayores.
Además de los tratamientos, muchas personas deben afrontar gastos significativos relacionados con viajes o desplazamientos a los centros de atención en salud, costos indirectos como la pérdida de productividad tanto del paciente como del cuidador, o la compra de insumos.
Si bien las ENT representan un gran reto de salud, su impacto económico las convierte en un asunto de derechos humanos y de equidad, ya que representan una carga desproporcionada que perpetúa un ciclo intergeneracional de enfermedad y pobreza, empeorando las desigualdades para las poblaciones más vulnerables.
Les invitamos a explorar el informe completo, donde también se incluye una sección de recomendaciones para gobiernos, investigadores, sociedad civil y otros actores.