El diseño juega un papel fundamental en las estrategias de persuasión y en los enfoques educativos para acercar la ciencia a públicos más amplios y, entre los profesionales de la salud, existe una conciencia cada vez mayor de que el uso del diseño en los temas de salud puede llevar a mejoras en las prácticas actuales y fomentar el desarrollo de soluciones innovadoras.