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El dolor crónico, que afecta a 10% de la población a nivel mundial, es un problema no resuelto. Aunque se conocen cada vez mejor los mecanismos que lo producen, para las personas que se ven afectadas por él sigue siendo complicado acceder a un diagnóstico y un tratamiento oportuno y eficaz. La formación del personal sanitario y la innovación biofarmacéutica son algunos de los caminos por los que se busca hacer frente a esta necesidad no cubierta.

Sobre esto charlamos con el Dr. José Agramonte, Director médico para México, Centroamérica y el Caribe de Grünenthal, para conocer ¿cómo ha evolucionado el modo que se entiende y se trata el dolor a lo largo de la historia de los últimos siglos? y ¿cuáles son las estrategias sobre las que avanza hoy en día la innovación farmacéutica contra el dolor?

Aquí pueden leer la entrevista completa.

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En una línea temática paralela, en la más reciente edición del #TamizCuatrimestral, hacemos un rescate gráfico de las expresiones del dolor. Al ser el dolor una experiencia altamente subjetiva, para comunicarla, las personas recurren al lenguaje hablado y también a la expresión corporal: las vocalizaciones, los movimientos corporales y, crucialmente, los gestos faciales. Pero estas señales no son siempre iguales. Es por ello que, a lo largo de la historia de la medicina, el interés por entender y quitar el dolor ha ido al parejo con la necesidad de establecer parámetros para identificarlo y no pocos se afanaron en escudriñar las características de un rostro adolorido. En este rescate pueden explorarse algunos de estos “rostros del dolor”.

dolor crónico

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