Expertos en el tema se reunieron para analizar los retos y las implicaciones de implementar los compromisos internacionales derivados del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, con énfasis en materia farmacéutica y de salud, correspondientes al capítulo de Propiedad Intelectual.
Ciudad de México a 15 de agosto de 2022.- En aras de impulsar el estudio, el análisis y el diálogo de los asuntos internacionales que competen a nuestro país, se llevó a cabo el Foro “T-MEC: Perspectivas hacia 2025”, organizado por la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica A.C. (AMIIF), el Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI), y la Universidad Anáhuac.
El foro se centró en las obligaciones que no entraron en vigor para México junto con el resto del T-MEC, sino que quedaron sujetas a un período de transición que se agotará en 2025, año en que nuestro país las deberá tener adoptadas en su régimen jurídico interno. Algunos de estos compromisos versan sobre medidas tendientes a fomentar y proteger la innovación farmacéutica.
La entrada en vigor del T-MEC a partir del 1 de julio de 2020 marcó el inicio de una nueva era en la integración económica y comercial de América del Norte, región que representa 30% del Producto Interno Bruto a nivel global. Este tratado, para México, es un elemento fundamental de política comercial, que además ha ayudado a fortalecer la relación de nuestra nación con Estados Unidos y Canadá, así como a profundizar la integración regional productiva al modernizar y ampliar las reglas del comercio de bienes y servicios de la región, estableciendo un marco institucional que otorga certidumbre jurídica a las inversiones en América del Norte.
Con miras a 2025, año que el T-MEC contempla como fecha límite para concretar algunos compromisos pendientes en los marcos jurídicos de los países miembro, analistas, funcionarios y expertos en la materia dieron su punto de vista sobre los retos que se han tenido que sortear y los que se vislumbran en el cumplimiento de dichos compromisos establecidos, haciendo énfasis en el Capítulo de Propiedad Intelectual del tratado.
Durante la conferencia magistral “T-MEC y su implementación: compromisos al 2025. Consideraciones en materia farmacéutica y de salud”, el Mtro. Máximo Romero Jiménez, Director General de Disciplinas de Comercio Internacional de la Secretaría de Economía, expuso que “la protección de la propiedad intelectual es necesaria porque sirve como motor de crecimiento económico para los países, genera nuevos empleos e industrias, aumenta la riqueza y mejora la calidad de vida.”
Abundó que “proteger los derechos de la propiedad industrial es del interés del gobierno de México pues su defensa va dirigida al desarrollo de nuestro país a través de la innovación tecnológica, velando por los intereses legítimos de los creadores innovadores e investigadores.”
El también Maestro en Derecho aseveró que “es necesario promover un ecosistema que promueva la innovación con protección. Los acuerdos internacionales han contribuido al fortalecimiento de los derechos de la propiedad intelectual relacionados con la innovación tecnológica con la finalidad de fomentar el comercio y regularlo con claridad.” Países “que apuestan a la protección de derechos tienen efectos positivos en sectores como el de la salud pública”.
Señaló que “las autoridades correspondientes en el Gobierno de México se encuentran trabajando a fin de que se adopten las medidas relacionadas con protección de datos clínicos y compensación de vigencia de patentes, a más tardar en 2025 conforme a lo que se establece en el T-MEC.”
Por su parte, Juan Carlos Baker Pineda, socio fundador de ANSLEY Consultores, expresó que “muchos de estos temas vienen incluso de una negociación previa que fue la negociación del Tratado de Asociación Transpacífico, la cual inicia para México, en el año 2012. En esas negociaciones el capítulo de propiedad intelectual fue el que generaba más debate dentro de los países que participábamos en esa negociación y era también al que se le ponía una gran atención respecto de las obligaciones que se estaban incorporando.”
Asimismo, el Mtro. Baker señaló que “una característica muy importante del T-MEC es que de alguna manera reconcilia temas que pueden ser muy innovadores, como es precisamente el tema farmacéutico y de propiedad intelectual, con temas que son muy tradicionales como los temas correlacionados con el contenido de origen, automóviles y otros productos; es la parte más elemental de un acuerdo.”
En su participación, Ricardo Aranda, socio del despacho Dorantes Advisors, explicó que “en materia de patentes en el capítulo de Propiedad Intelectual se cubre tanto lo que hace la autoridad que otorga la patente, que es la autoridad de propiedad industrial, como la que otorga el registro sanitario para que esa materia patentada pueda llegar al mercado y entonces ahí tenemos el involucramiento de la autoridad de salud.”
“[Cuando] hay un retraso de la autoridad de salud, esto puede involucrar una reducción del periodo de protección que la patente otorga, entonces es que se prevé que se adopten medidas para compensar ese retraso bajo ciertas condiciones claramente establecidas.”
Por su parte, el Mtro. Sergio Gómez Lora, Director General de IQOM y uno de los principales asesores en el “Cuarto de Junto” durante las necociaciones de TPP y de T-MEC, aseguró que “el tratado ha sido el principal motor de la recuperación de la pandemia. Por cada 100 USD que compra Estados Unidos 14 son de México, entonces a nivel estatal nuestra presencia cada vez es más importante.”
Gómez Lora afirmó que “en tres años estaremos realmente inmersos en el proceso de revisión del tratado y este proceso de revisión implica una discusión en la que las partes tendrán que pronunciarse sobre su interés de mantenerse o no en este.” En este escenario “tenemos una oportunidad, sin precedentes, para dar un paso firme y sólido en la integración regional.”
Para finalizar, Fernando Portugal, Director de Propiedad Industrial de AMIIF, habló las medidas que se tienen pendientes para el 2025 y al respecto expresó que “está prevista una forma de compensación en la protección a la propiedad intelectual en el caso de que haya un retraso en el otorgamiento de los registros sanitarios que son expedidos; asimismo, sobre del régimen de protección de datos que existe para los medicamentos es pertinente aclarar que estos datos no son materia de protección de patente (…) La materia protegida por una patente y la materia protegida bajo la figura de protección de datos son distintos; México debe apuntar a que en ambos casos el marco jurídico brinde certeza sobre su protección.”
Portugal señaló que “todas estas figuras de protección a la propiedad intelectual sobre las que hemos abundado hoy tienen un valor y méritos propios. En otras palabras, aunque adoptarlas no fuera un compromiso o una obligación [internacional] de México, valdría la pena hacerlo.”
Ante la reflexión de cómo este tipo de medidas puede favorecer o alentar a que los científicos mexicanos vean sus invenciones patentadas o accesibles al público, Fernando Portugal, aseguró que “la implementación de todo este tipo de compromisos y obligaciones son un factor clave, pero no podemos perder de vista que también hay todo un conjunto de políticas públicas que [también son necesarias para] impulsar que la ciencia desarrollada en un país pueda materializarse en beneficios para la población.”