Por Thomas Cueni, Director General, Federación Internacional de Asociaciones de Industriales Farmacéuticos (IFPMA), Ginebra, Suiza
Para quienes representamos al sector biofarmacéutico de investigación y desarrollo ante la ONU, el 2018 reveló un cambio positivo en el debate sobre salud global: un enfoque más racional y orientado a dar soluciones. El día de hoy hay mayor atención a medidas concretas que pueden hacer una diferencia, medidas como abordar las barreras en los sistemas de salud para proveer mejor atención médica a personas de ingresos bajos y medianos en países en vías de desarrollo. En lugar de una noción restringida de los precios y patentes como obstáculos al acceso a la atención sanitaria de calidad, ahora existe mayor reconocimiento e interés en el fortalecimiento de los sistemas de salud. Importantes discusiones se están enfocando en la disponibilidad de personal de salud capacitado, la importancia de interactuar con el sector privado para abordar ineficiencias en el sistema, como sistemas de distribución ineficientes, medicamentos falsificados y de calidad subestándar y aumentos de precio. Por último, pero igual de importante, hay ímpetu para enfrentar la falta de financiamiento de la atención sanitaria, buscando maneras de lograr la cobertura universal de salud y la movilización de recursos domésticos. Todos estos son elementos esenciales para alcanzar la meta de la Organización Mundial de Salud (OMS) de obtener cobertura sanitaria universal para el año 2030.
El debate sobre la salud global avanza en buena dirección
Me ha impresionado el cambio en el debate sobre salud global en las últimas décadas. He sido testigo de la evolución del debate y de cómo se ha alejado de ser una guerra de trincheras, estrecha y dogmática. El día de hoy, en la mayoría de los casos se reconoce que las organizaciones internacionales, los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado son todos actores necesarios para enfrentar retos, y que la movilización de recursos domésticos y la colaboración son necesarias para alcanzar la cobertura universal de salud.
Lo que es más importante es que los políticos están tomando acción y mostrando liderazgo. Por ejemplo, Ruanda está en un camino firme para alcanzar la cobertura universal de salud, con al menos 90 por ciento de sus ciudadanos actualmente inscritos en un seguro médico. En la Asamblea Mundial de la Salud en mayo del 2018, el presidente Kagame presentó poderosos argumentos en favor de adoptar la cobertura universal de salud, resaltando que promueve el pensamiento hacia el futuro y el emprendedurismo, al dejar a las personas en libertad de planear para el día de mañana con confianza, permitiendo que las familias inviertan sus ahorros en negocios y en mejorar la educación de sus hijos, creando trabajos y promoviendo el empoderamiento económico de las mujeres[1]. La mayoría de los países africanos han integrado la cobertura sanitaria universal como meta en sus estrategias nacionales de salud y muchos muestran liderazgo político. Países como Ghana, Kenia, Marruecos y Senegal ofrecen subsidios al seguro médico. Etiopía es pionera en el uso de trabajadores de salud comunitaria como la primera línea de atención primaria y Ghana también los aprovecha exitosamente.
Muchas empresas biofarmacéuticas de investigación y desarrollo también se han comprometido proactivamente, apoyando al progreso de la salud global por medio de más de 400 colaboraciones de innovación y acceso[2], incluyendo aquellas con organizaciones de salud basadas en Ginebra como DNDi, GAVI, Banco de Patentes de Medicamentos/UNITAID[3] y Medicines for Malaria Venture (MMV) y UNICEF. De hecho, el sector de investigación y desarrollo farmacéutico es una de las industrias más activas, si no la más, en colaborar con gobiernos, ONGs, y académicos para fortalecer sistemas de salud y ampliar el acceso a medicinas y vacunas. La innovación, junto con estas alianzas, ha contribuido al progreso extraordinario de la salud global de las últimas décadas[4].
Explicar mejor los beneficios de la propiedad intelectual
En contraste a estos desarrollos positivos que verdaderamente transforman la salud de las personas y tienen un gran impacto en sus vidas, sorprende cuánta negatividad existe todavía alrededor de la propiedad intelectual (PI) y la falta de reconocimiento del legado de la innovación y su importancia para generaciones futuras. Estos últimos años hemos sido testigos de una clara tendencia ascendente en el espacio que ocupan las voces de aquellos que intentan avanzar una narrativa negativa sobre la innovación y el acceso, basada en la errónea premisa de que la propiedad intelectual obstaculiza el acceso a la salud. Como industria tenemos, por lo tanto, que contar nuestra historia de innovación y acceso de una manera más efectiva para que la comunidad global de salud esté dispuesta a escuchar, discutir y tener mejor entendimiento del valor que la industria biofarmacéutica aporta a la salud pública. Seguiremos abordando a distintos actores, en particular a organizaciones multilaterales, para explicar los beneficios de la propiedad intelectual de mejor manera e intercambiar ideas sobre cómo tratar temas de cobertura, capacidad, asequibilidad y sustentabilidad de los servicios de salud. Esta será una de mis metas personales para el 2019.
No ofrecemos disculpas por el hecho de que el modelo de negocio de la industria biofarmacéutica se base en investigación y desarrollo competitivo, propiedad intelectual (PI), recompensas para la innovación y un sistema regulatorio basado en evidencia científica. Se debe reconocer que este modelo ha traído enormes beneficios a los pacientes y a la sociedad y que nuestra industria se ha convertido en un aliado proactivo que ofrece soluciones en materia de salud global. La industria ha evolucionado y aprendido y debemos continuar creciendo a la vez que salvaguardamos el progreso logrado. Conforme aumenta la esperanza de vida, las enfermedades relacionadas al envejecimiento plantean una nueva serie de preguntas. La resistencia antimicrobiana presenta un riesgo real a la seguridad de la salud global y puede requerir el desarrollo de nuevas maneras de conceptualizar la transmisión de enfermedades y los sistemas de atención médica.
No podemos quedarnos en nuestras trincheras. Tenemos que entender la posición de cada actor, construir confianza y hallar soluciones factibles y sustentables en la práctica. Un ejemplo de una solución concreta, producto de una alianza con la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO), es Pat-INFORMED. Esta herramienta digital está diseñada para ayudar a las agencias de suministro a entender mejor el estatus internacional de las patentes de medicamentos, lo que resulta en procesos de suministro más eficientes que llevan las medicinas más pronto a la población.
La innovación a futuro es clave para cubrir necesidades médicas desatendidas y para mejorar la capacidad y sostenibilidad de nuestros sistemas de salud. Una meta colectiva de todos los actores en salud es asegurar que pacientes alrededor del mundo sean partícipes de los beneficios de las tecnologías médicas actuales y futuras. Es un disparate negar que el desarrollo de la gran mayoría de medicinas y vacunas nuevas ha sido posible por la existencia de la propiedad intelectual (PI) y es lamentable que el valor de la innovación sea ignorado o difamado tan frecuentemente. Sin propiedad intelectual (PI), la gran mayoría de los resultados innovadores, avances médicos y medicinas genéricas actuales no existirían.
2019 Enfoque en cobertura universal de salud por medio del fortalecimiento de sistemas de salud y colaboraciones
En el 2019, nuestro trabajo seguirá enfocado en crear conexiones constructivas en apoyo a la cobertura universal de salud y en colaborar con otros para fortalecer sistemas de salud. Hace poco nos unimos a UHC2030, una colaboración con múltiples actores para la abogacía, rendición de cuentas y coordinación de sistemas de salud, consolidando esfuerzos para acelerar el progreso hacia la cobertura universal de salud. Coincidimos con el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, cuando dice que “es completamente inaceptable que la mitad del mundo aún carezca de cobertura para servicios de salud esenciales. Y es innecesario. Existe una solución: la cobertura universal de salud.”
El Dr. Tedros también identifica a las colaboraciones como un factor clave para el éxito. Nuestros miembros están entre las “miles de organizaciones alrededor del mundo que comparten” la visión de la OMS “y que tienen conocimiento, habilidades, recursos y redes.” La IFPMA ha asumido el reto y respondido al llamado pidiendo el involucramiento del sector privado. Nuestra duradera alianza con la OMS en apoyo a Preparación para una Gripe Pandémica (PIP) se ha revitalizado. Por medio del sistema del PIP, fabricantes de la vacuna contra la influenza y tratamientos antivirales no solo han aportado la mayor parte de los $142 millones de dólares americanos de las donaciones recolectadas hasta marzo del 2018 para financiar PIP, sino que han también ayudado a la OMS a asegurar 405 millones de dosis de vacunas contra la influenza y 10 millones de dosis de antivirales para usarse en caso de una pandemia de influenza.
Acceso Acelerado es otro apuesta a la colaboración para abordar retos de acceso y asequibilidad y fortalecimiento de sistemas de salud. Es una colaboración pionera guiada por más de 20 empresas farmacéuticas que unen sus esfuerzos con IFMA, el Banco Mundial y la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC) para enfocarse en aumentar el acceso al tratamiento y atención médica de enfermedades no transmisibles en países de ingresos bajos y medianos. Concretamente, esto se traduce en ayudar al innovador Desafío de Ciudades Contra el Cáncer[5] de la UICC, con especial énfasis en mejorar el tratamiento de pacientes con cáncer en ciudades como Cali, Asunción, Yangon, Kumasi, Kigali, Tbilisi y Porto Alegre y apoyo in situ para integrar los servicios de enfermedades no transmisibles a la atención primaria, como en Kenia. En marzo del año pasado se lanzó un programa piloto para ayudar al Ministerio de Salud de Kenya a alcanzar su ambiciosa meta de lograr la cobertura universal de salud para el año 2022 y para contribuir al objetivo mundial de reducir en dos terceras partes las muertes por enfermedades no transmisibles para el 2030, como se establece en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Como industria, seguimos comprometidos con hallar nuevos tratamientos y curas. Para lograr esto, la propiedad intelectual es fundamental, pues asegura que inversionistas e innovadores tengan la seguridad necesaria para emprender en el proceso largo, complejo y riesgoso de desarrollar nuevas medicinas para atender las necesidades de los pacientes. Desde su origen, IFPMA ha colaborado proactivamente con un grupo amplio de organizaciones multilaterales, ONGs, asociaciones de pacientes y profesionales de la salud para aumentar el acceso a medicinas y promover políticas para fomentar innovación médica importante. Mantenemos el compromiso de mejorar nuestra eficacia e impacto por medio de mayor coordinación industrial y generación de evidencia, con base en investigación científica, del valor social y económico de propiedad intelectual. La cooperación y la colaboración están en el centro de nuestro compromiso de mejorar los resultados de salud a nivel mundial.
Publicado previamente en el blog de IFPMA bajo el título de Supporting UHC And Better Explaining IP – The 2019 Pharma Industry Agenda.