La aplicación de las vacunas puede cambiar de agujas y dolor a un escenario en el que poner un parche sobre el brazo sea suficiente. Micron Biomedical trabaja en el desarrollo de un parche con microagujas que al ser presionado contra la piel libera la vacuna. Tan fácil como usar una bandita adhesiva.
De acuerdo con Gavi, The Vaccine Alliance, los investigadores anunciaron datos positivos de su ensayo clínico fase 1/2 con una vacuna en parche contra el sarampión y la rubéola, encontrando que es segura, bien tolerada, sin reacciones alérgicas ni eventos adversos graves relacionados. Y las respuestas inmunitarias provocadas por esta vacuna fueron similares, independientemente de si se administró a través de un parche o una inyección tradicional.
Una de las grandes promesas de estas vacunas está asociada con los desafíos logísticos que obstaculizan los esfuerzos de inmunización.
Mientras las vacunas líquidas requieren refrigeración constante, profesionales capacitados para administrarlas y un sistema seguro de desecho de jeringas, los parches están diseñados para ser termoestables, fáciles de transportar y se pueden aplicar con una capacitación mínima. Esta forma de vacunación podría extender el alcance de las vacunas, sobre todo en entornos de bajos recursos y durante las pandemias.
La compañía también se encuentra realizando ensayos de vacunas en parches para covid-19, influenza estacional y hepatitis B, mientras que los parches contra el virus del papiloma humano (VPH), tifoidea y rotavirus se encuentran en desarrollo preclínico.
La innovación en vacunas no acaba con la investigación y desarrollo de nuevas opciones para prevenir enfermedades, sino que se extiende a la búsqueda de nuevas formas de administración.