A nivel mundial, cada 40 segundos se suicida una persona. Anualmente, cerca de 800,000 personas fallecen por esta causa. Cada suicidio es una tragedia que afecta a una familia, a una comunidad o a todo un país. El suicidio no respeta edades y es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años alrededor del mundo, y la quinta para aquellos que oscilan entre los 10 y 14 años, de acuerdo a datos de la INEGI.
Razón por la cual, este 10 de octubre se conmemora el “Día Mundial de la Salud Mental”, el cual estará enfocado a crear conciencia sobre la magnitud del suicidio como problema de salud pública a nivel mundial. Además de concientizar y movilizar a la población sobre cuestiones relativas a la salud mental.
En lo que respecta a México, en el 2016, ocurrieron 6,291 muertes por suicidios, lo que representa una tasa de 5.1 suicidios por cada 100,000 habitantes. Cada hora y media una persona se quita la vida en nuestro país. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) entre el 2010 al 2017 ocurrieron casi 48 mil casos, de los cuales ocho de cada diez fueron hombres.
Pero comprender la magnitud y razones del suicidio es imposible sino se aborda el tema de la salud mental, que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un estado de bienestar físico, mental y social que permite a las personas materializar su potencial, superar el estrés normal de la vida, trabajar en forma productiva y de esta manera, aportar a su comunidad.
No obstante, en el Plan de Acción sobre Salud Mental 2013-2020 elaborado por la OMS, y cuya finalidad es el disminuir las brechas de atención y combatir el estigma y la discriminación, menciona que aún existen aspectos por resolver, como el descuido de los servicios y la atención a la salud mental o a las violaciones de los derechos humanos y la discriminación de la que son objeto las personas con trastornos mentales y discapacidades psicosociales.
De igual manera, se resalta que a consecuencia de la estigmatización y la discriminación, las personas con trastornos mentales, con frecuencia se les niegan derechos económicos, sociales y culturales, además de imponérseles restricciones al trabajo y a la educación, así como a los derechos reproductivos y lo fundamental, el gozar de un grado más alto posible de salud.
Numeralia
En lo que respecta a los tratamientos, en los países con ingresos bajos y medios alrededor del 76% y 85% no reciben tratamiento, mientras que en los países con altos ingresos entre el 35% y 50% no son atendidos.
Fuente: Plan de acción sobre salud mental 2013-2020, OMS, 2013
El gasto mundial anual en salud mental es inferior a US$2 por persona, e inferior a US$0,25 por persona en los países con ingresos bajos; el 67% de esos recursos económicos se asigna a hospitales exclusivamente psiquiátricos, pese a que se asocian a malos resultados sanitarios y violaciones de los derechos humanos.
Fuente: Plan de acción sobre salud mental 2013-2020, OMS, 2013
En México, a pesar de la alta prevalencia, sólo una pequeña proporción de las personas con problemas de salud mental, entre 18 y 65 años, recibe tratamiento, es decir, el 17.7%, cifra que se duplica en los casos de trastornos graves (34.4%). Aún así, la mayor parte de las personas no recibe atención. Por ejemplo, el tiempo promedio de retraso para el adecuado tratamiento de la depresión en México es de 8 años.
Por ello, es importante destacar que la inversión en salud mental beneficia el desarrollo económico. Cada dólar invertido en la ampliación del tratamiento para la depresión y la ansiedad conduce a un retorno de 4 dólares en mejor salud y habilidad para trabajar.
La salud mental es un fenómeno complejo determinado por múltiples factores sociales, ambientales, biológicos y psicológicos, e incluye padecimientos como la depresión, la ansiedad, la epilepsia, las demencias, la esquizofrenia, y los trastornos del desarrollo en la infancia.
Lograr que la población conserve la salud mental, además de la salud física, depende, en gran parte, de la realización exitosa de acciones de salud pública, para prevenir, tratar y rehabilitar.