Las enfermedades cardiovasculares en las mujeres siguen siendo poco estudiadas y reconocidas, infradiagnosticadas y poco tratadas, aun cuando representan la principal causa de muerte en este sector de la población. Esta conclusión se desprende del informe más reciente de la Comisión de las mujeres y las enfermedades cardiovasculares de The Lancet, el cual resume la evidencia existente e identifica lagunas de conocimiento en la investigación, la prevención, el tratamiento y el acceso a la atención para las mujeres.
El informe destaca que, de acuerdo con datos del Global Burden of Disease (GBD), la mortalidad por enfermedades cardiovasculares permaneció estancada en la mayoría de las regiones del mundo en los últimos 30 años, solo con pequeños cambios o ninguno. De hecho, en países con un índice sociodemográfico bajo, las tasas más altas de mortalidad por estas enfermedades pasan de hombres a mujeres. En países de ingresos altos, la disminución de la mortalidad se ralentizó y, en 2017, aumentó en países como EUA y Canadá. A nivel mundial, las enfermedades cardiovasculares fueron responsables del 35% del total de muertes en las mujeres en 2019, mientras que en México se cuentan más de 72 mil muertes en 2020 por la misma causa.
En el documento se abordan factores que contribuyen a la inequidad entre hombres y mujeres en la detección y manejo de las enfermedades cardiovasculares, y también una serie de recomendaciones para avanzar en la investigación y las estrategias de prevención y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares en las mujeres.
Algunos de los mensajes clave destacan que:
- No se dispone de datos precisos sobre la prevalencia mundial y los resultados de las enfermedades cardiovasculares en las mujeres.
- Las mujeres con enfermedades cardiovasculares siguen siendo poco estudiadas, poco reconocidas, infradiagnosticadas y poco tratadas.
- Los mecanismos específicos del sexo en la fisiopatología y la historia natural de las enfermedades cardiovasculares siguen siendo poco conocidos.
- Las mujeres están infrarrepresentadas en la mayoría de los ensayos clínicos cardiovasculares.
- La mortalidad por infarto al miocardio y enfermedades cardiovasculares está aumentando en mujeres jóvenes.
- La hipertensión, la dislipidemia y la diabetes son los factores de riesgo más importantes que contribuyen a la muerte por enfermedad cardiovascular en las mujeres.
- Los factores de riesgo específicos por sexo y otros factores poco reconocidos, como los psicosociales y socioeconómicos, parecen contribuir a la carga mundial de enfermedades cardiovasculares en las mujeres.
- No existe una política global establecida para coordinar la prevención y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares en las mujeres.
Asimismo, se hacen recomendaciones por región, y para América Latina destaca el llamado a generar estrategias para mejorar los resultados y la atención médica en mujeres indígenas y afrodescendientes, que suelen tener los peores resultados en salud y una esperanza de vida más corta debido a la atención deficiente.
El extenso informe busca impulsar acciones concretas para cerrar la brecha de conocimiento, aumentar la conciencia y mejorar la prevención y la atención de las mujeres con enfermedades cardiovasculares. Y es tarea del personal de salud, gobiernos, sistemas de salud, industria farmacéutica y de las propias mujeres, para avanzar hacia un futuro más saludable. #TodosSomosCorresponsables
Se puede consultar el informe completo en este enlace.