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Las enfermedades autoinmunes son un problema de salud pública en el mundo. Son aquellas en las que nuestro sistema inmunitario nos “protege” del enemigo equivocado, atacando y destruyendo tejido sano por error, o alterando el crecimiento o la función de un órgano, y pueden ser desde incapacitantes hasta mortales.

A la fecha se han identificado más de 80 tipos de enfermedades autoinmunes, entre las que se encuentra el lupus, del que se estima que haya más de 5 millones de personas afectadas en el mundo, aunque estos números podrían ser mucho mayores.

Este 10 de mayo, numerosas organizaciones alrededor del planeta unen esfuerzos celebrando el Día Mundial del Lupus, no sólo con el propósito de hacer conciencia en la población de los estragos que causa esta enfermedad, sino también de lograr que la Organización Mundial de la Salud la haga una prioridad de salud internacionalmente.

El lupus es un trastorno de recrudecimientos y remisiones, lo cual la vuelve impredecible y dificulta tanto el diagnóstico como el tratamiento. El lupus puede afectar a cualquier persona, en cualquier parte del mundo, pero es importante resaltar que las mujeres en edad fértil son las más afectadas: 9 de cada 10 casos de lupus se presentan en mujeres.

El lupus es una enfermedad complicada que se presenta de diferentes maneras, las más comunes son el lupus eritematoso sistémico, el cutáneo y el inducido por drogas (medicamentos). Se estima que entre el 5 y el 10% de las personas afectadas por lupus eritematoso cutáneo desarrollarán el tipo sistémico, aunque se cree que es posible que esas personas ya estuvieran afectadas por el lupus sistémico y el lupus cutáneo solamente fuese el principal síntoma. El lupus inducido por drogas presenta síntomas similares al lupus sistémico pero rara vez afecta órganos principales, además de que normalmente desaparece un tiempo después de cesar la administración de los fármacos.

El lupus puede afectar prácticamente cualquier parte del cuerpo –desde la piel y las articulaciones hasta los riñones o el cerebro–, y los síntomas varían dependiendo del paciente y los órganos afectados: desde un simple malestar y fiebre hasta otros más específicos que pueden hacer necesaria la intervención de uno o varios especialistas. El lupus sistémico puede ocasionar complicaciones severas como la inflamación de los riñones (nefritis lúpica), hipertensión pulmonar, inflamación del sistema nervioso o endurecimiento de las arterias.

Al igual que las demás enfermedades autoinmunes, el lupus es incurable pero controlable. Algunos estudios indican que los factores ambientales tienen posiblemente mayor influencia en la aparición de el lupus que los factores genéticos, y de allí se desprende la posible causa del marcado incremento en la incidencia y la prevalencia de las enfermedades autoinmunes en todo el mundo en los últimos 30 años. Se sospecha que las infecciones, la ecología y la nutrición son tres de los factores más importantes en el desarrollo de estos trastornos.

El tratamiento del lupus exige una vigilancia cuidadosa y precisa, ya que los síntomas varían en cada paciente; el tratamiento debe ser ‘hecho a la medida’. Actualmente sólo existe un puñado de medicamentos específicos para tratar el lupus, lo que hace imperativa la participación del sector salud para impulsar la investigación y desarrollo en farmacología clínica que permita que los pacientes tengan acceso a más y mejores medios para el control de su enfermedad.

Algunos indicadores de salud en México muestran que la prevalencia del lupus es del 0.06%, con una incidencia que varía entre 1.8 y 7.6 casos por cada 100,000 habitantes/año, pero la falta de estudios apropiados tanto a nivel mundial como regional (en México no se cuenta con un sistema de vigilancia epidemiológica para el lupus), aunado a la frecuencia de diagnósticos imprecisos en el primer nivel de atención, hacen que estas cifras no sean del todo confiables.

Otro factor influyente en la imprecisión de la información es el alto número de pacientes que buscan terapias alternativas y abandonan el tratamiento formal (una de las razones es el hecho de que el lupus puede significar un gasto catastrófico para los pacientes en ciertas etapas), y que al hacerlo están además exacerbando la enfermedad y poniendo en riesgo sus oportunidades de sobrevida.

Vale la pena subrayar que el lupus:

  • No es contagioso, ni siquiera a través del contacto sexual.

  • No es una forma de cáncer ni está relacionado a este, aunque algunos tratamientos incluyen fármacos inmunosupresores usados en la quimioterapia.

  • No está relacionado al VIH o al SIDA. En el SIDA, el sistema inmunitario tiene baja actividad, en el lupus el sistema inmunitario tiene alta actividad.

La campaña del Día Mundial del Lupus busca elevar el nivel de prioridad del lupus en el panorama internacional y contribuir a dar la vigilancia y la atención que este trastorno requiere.

 

Fuentes:

– Autoimmune disorders. Medline Plus. https://www.nlm.nih.gov/medlineplus/ency/article/000816.htm

– Systemic lupus erythematosus. Medline Plus. https://www.nlm.nih.gov/medlineplus/ency/article/000435.htm

– http://www.worldlupusday.org

– Morales Romero J., et al., Enfermedades reumáticas y Salud Pública: Artículo de revisión acerca del XXXVIII Congreso Mexicano de Reumatología. Altepepaktli. 2010;6(11):42-50.

– Boletín Epidemiológico, semana 30. Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, Secretaría de Salud. Julio 2013.

– Lupus Foundation of America. www.lupus.org

– What is lupus? http://www.lupus.org/answers/entry/what-is-lupus

– Aaron Lerner, Patricia Jeremias, and Torsten Matthias, “The World Incidence and Prevalence of Autoimmune Diseases is Increasing.”International Journal of Celiac Disease, vol. 3, no. 4 (2015): 151-155. doi: 10.12691/ijcd-3-4-8.

– Norma Oficial Mexicana NOM-017-SSA2-2012, Para la vigilancia epidemiológica. Diario Oficial de la Federación. Febrero 19, 2013.

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