Directora de Business Operations
MSD México
¿En que área STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) te especializaste?
Me gradué en Farmacia con especialidad en farmacología y farmacocinética, que en México es como ingeniería Química Farmacéutico-Biológica (QFB).
¿Por qué decidiste estudiar / profesionalizarte en esa área?
Siempre he querido encontrar respuestas a la naturaleza del cómo y por qué suceden las cosas. Desde pequeña siempre resonaban esas dos palabras en mi cabeza, y sigo teniendo esa curiosidad por entender por qué las cosas funcionan como funcionan.
Yo crecí en una familia de doctores y de farmacéuticos, y siendo mi padre traumatólogo cirujano, mi mayor afición de pequeña era ver a escondidas las películas VHS y Beta de sus grabaciones de cirugías… Me apasionaba.
Y esa curiosidad por conocer e intentar hacer las cosas diferentes me llevó a estudiar ciencias de la salud.
¿Cuál ha sido uno de los momentos más satisfactorios, a lo largo de tu carrera profesional, relacionado con la ciencia, la tecnología, las ingenierías y/o las matemáticas?
Tengo la suerte de trabajar en lo que me apasiona: proveer soluciones a retos. Y en general los momentos satisfactorios llegan de forma cotidiana, cuando hago una reflexión sobre el valor de lo que aporté diferente y el saber que contribuí de alguna forma en mejorar la salud de los pacientes. Me vienen varios momentos particulares a la memoria, como cuando lideré los procesos para traer a México un tratamiento para una enfermedad huérfana, fibrosis quística y en equipo adelantamos el registro cerca de un año y medio.
Cuando tu trabajo se traduce en algo tangible que va a mejorar o curar vidas, la satisfacción llega de inmediato.
Con demasiada frecuencia, las mujeres y las niñas enfrentan adversidades que obstaculizan su educación, capacitación y entrada a la fuerza laboral STEM.
¿Cómo podemos contribuir a que esta situación cambie?
Una de las principales barreras son los sesgos y los mitos en cuanto a capacidades. Todos tenemos la responsabilidad de crear entornos libres de sesgos en nuestras propias comunidades y familias. Hay carreras que tradicionalmente se etiquetaban “para hombres” como la medicina o las ingenierías, y es importante reafirmar que las mujeres pueden ocupar los mismos puestos que los hombres dentro de esas carreras. Por eso creo que el primer paso es desmitificar, eliminar barreras y esto empieza desde la casa, desde nosotros mismos, sin poner etiquetas.
Tenemos un rol como adultos de acompañar a las juventudes a soñar en grande, porque con grandes sueños, llegan grandes esfuerzos y logros.
¿Qué mensaje le darías a todas esas niñas y mujeres que quieren iniciarse en las STEM?
Que no pierdan el apetito y la capacidad de sorprenderse, porque tras esto, el éxito vendrá solo. Cuando uno descubre algo nuevo y se sorprende, ese cosquilleo es una sensación única que inunda y motiva para avanzar aún más.