Gerente médico y de investigación y desarrollo de vacunas
GSK México
¿En que área STEM te especializaste?
Soy médico cirujano, con especialidad en pediatría y subespecialidad en infectología, tengo además una maestría en ciencias médicas y una maestría en infección por el virus de VIH
¿Por qué decidiste estudiar / profesionalizarte en esa área?
La medicina es mi pasión. Durante mis pasos de estudio en medicina y posteriormente pediatría me di cuenta de que no quería perder el foco del paciente en todos los aspectos de su cuerpo, la infectología me permitía seguir viendo al paciente en su conjunto, infecciones puede haber en cualquier parte del cuerpo. Y estando ya en el mundo de las infecciones, microrganismos, vacunas, me di cuenta lo apasionante que puede ser cada virus, bacteria, hongo o parasito, completamente independientes en su ciclo de vida, y la interacción con el cuerpo humano realmente abre vías de conocimiento apasionantes e infinitas.
¿Cuál ha sido uno de los momentos más satisfactorios, a lo largo de tu carrera profesional, relacionado con la ciencia, la tecnología, las ingenierías y/o las matemáticas?
Ser parte de la historia. Pocas profesiones les ha tocado vivir momentos históricos: estuve en primera línea en la pandemia de influenza por H1N1 y por SARS COV2, realmente entender la dinámica de estos momentos e ir aprendiendo cada día algo nuevo del virus y de la enfermedad, lo que está pasando, cómo se está innovando, cómo se está generando información, cómo se comparte entre la comunidad científica es algo sin precedentes. Veo, en mi vida profesional, como las vacunas realmente han cambiado el rumbo de la historia.
También ir conociendo los avances del VIH y enfermedad, ir cambiando conceptos de una infección inminentemente mortal en sus principios, que ahora puede clasificarse como una enfermedad crónica, incluso más controlable que cualquier otra. Cómo va cambiando esta percepción y ver cómo los pacientes mejoran tanto clínica como metabólicamente sin dejar estigmas de la enfermedad por la ingesta de antirretrovirales iniciales; ahora prácticamente sin efectos adversos, logrando un control perfecto solo con una pastilla. Es decir, simplificando la vida de estos pacientes. Espero poder llegar al momento en donde la curación sea una probabilidad, sería el tercer momento histórico que como infectóloga me tocará vivir.
Con demasiada frecuencia, las mujeres y las niñas enfrentan adversidades que obstaculizan su educación, capacitación y entrada a la fuerza laboral STEM. ¿Cómo podemos contribuir a que esta situación cambie?
Enseñarlas a alzar la voz, y cuándo hacerlo, acompañarlas en este aprender, y en el actuar. CREERLES. Ser ejemplo de cómo y cuándo.
Facilitarles, en sus lugares de educación y trabajo, ser mujeres trabajadoras, priorizando siempre la familia y la salud.
Como madres también tenemos una gran responsabilidad en la educación de nuestros hijos, educarlos sin diferencias, en equidad en igualdad, cambiando costumbres históricas de roles.
¿Qué mensaje le darías a todas esas niñas y mujeres que quieren iniciarse en las STEM?
Se necesita la sensibilidad e inteligencia de las mujeres, ese “sexto sentido” que nos da nuestros instintos, la inteligencia, la perspicacia, la tenacidad que por ser mujeres hemos tenido que desarrollar mucho más a lo largo de la historia, esto genera auténticos momentos de genialidad y serendipia. Siempre se puede llegar a donde una desea, solo se trata de visualizar nuestros sueños y creer en nosotras para alcanzarlos, con perseverancia y disciplina. Entre nosotras podemos hacer que eso pase, con sororidad, solidaridad, impulsando nuevas generaciones, ayudándolas a transitar lo que ya nos tocó transitar, compartiendo nuestras experiencias y herramientas para lograrlo.
