Para 2030, aproximadamente las tres cuartas partes de todas las muertes por cáncer ocurrirán en países de ingresos medianos y bajos (LMIC, por sus siglas en inglés), y 1 de cada 8 personas experimentará un diagnóstico de cáncer en su vida. En los próximos cincuenta años la carga mundial del cáncer vendrá de estos países.
Construir una respuesta efectiva frente a esta enfermedad requiere de aumentar la investigación sobre el cáncer, a fin de contar con información relevante sobre los problemas más apremiantes a nivel regional. En este artículo publicado en Nature se identifican cinco prioridades para atender durante la próxima década:
- Reducir la carga de los pacientes con enfermedad en estadio avanzado. Esto incluye la promoción de la salud, la prevención primaria y la detección temprana.
- Mejorar el acceso, la asequibilidad y los resultados del tratamiento. Se propone atender las barreras geográficas, financieras, socioculturales, de recursos humanos y de los sistemas de salud para acceder a la atención del cáncer. A su vez, ampliar los ensayos clínicos en los países LMIC centrados en las prioridades locales.
- Atención basada en valores y economía de la salud. Los resultados de salud deben medirse frente al costo de brindar atención al paciente, el sistema y la sociedad.
- Investigación sobre la calidad de la atención y su mejora. Este rubro contempla la evaluación de la calidad de la atención y un programa de sólido de mejora para reducir el retraso en los diagnósticos y los tiempos de espera para el tratamiento, entre otras cosas.
- Aprovechar la tecnología para mejorar el control del cáncer. Echar mano de herramientas como la biología molecular, la secuenciación de última generación o la medicina de precisión, que sean aplicables a los pacientes y que se validen en situaciones de la vida real.
Fortalecer las capacidades de investigación requiere de una estrecha colaboración entre gobiernos, formuladores de políticas, financiadores, sector privado, investigadores y pacientes.
Si bien muchos países ya atienden algunos aspectos como la reducción de factores de riesgo modificables (alcohol, tabaco o la obesidad), también se debe prestar atención a la generación de evidencia específica por país y a la generación de datos y registros para guiar la prevención, la detección temprana, el acceso a tratamientos, la supervivencia y los cuidados paliativos, con calidad y oportunidad.