El programa de capacitación Jóvenes Construyendo el Futuro, con el que el gobierno federal espera beneficiar a 2.3 millones de jóvenes de entre 18 y 29 años que no estudian ni trabajan, es quizás uno de los programas más emocionante de esta nueva administración.
El plan busca: “Integrar a jóvenes en actividades de capacitación en el trabajo; alejar a jóvenes del desempleo y del camino de conductas antisociales; acelerar la preparación de una reserva de jóvenes para las actividades productivas e incluir al sector privado en las actividades de responsabilidad social para el desarrollo productivo de los jóvenes”. La expectativa es que 70% de estos jóvenes sean capacitados en el sector privado, 20% en el sector público y el 10% restante en el sector social.
Entre los países de la OCDE, el promedio de jóvenes entre 15 y 29 que no estudian, trabajan ni reciben ningún tipo de capacitación (Youth not in employment, education or training (NEET) es de 14.2%. En México ese porcentaje alcanza el 21.8%, lo que nos coloca como el cuarto país con mayor número de NEET. 8.7% de esos jóvenes son hombres y 34.5% son mujeres. Esto quiere decir que las jóvenes mexicanas tienen una probabilidad prácticamente cuatro veces superior de no estudiar, trabajar o recibir algún tipo de capacitación.
Hace unos meses en Foreign Affairs, Jin Yong Kim presidente del Banco Mundial, resaltaba que descuidar la inversión en “capital humano” debilita drásticamente la competitividad de un país en un mundo en el que las economías necesitan enormes cantidades de talento para sostener su crecimiento. La inversión en “capital humano” es un concepto que nuestra industria comprende perfectamente, no solo porque entre 2012 y 2016, la industria farmacéutica en México empleó un promedio de 93,000 personas sino porque continuamente trabajamos en programas de capacitación y aprendizaje para nuestros empleados. Además, la inversión en “capital humano” la entendemos más allá de las fronteras de nuestras propias empresas, de ahí que muchos de los programas de responsabilidad social de nuestros asociados están orientados al desarrollo de habilidades y capacidades entre diversos sectores de la población mexicana.
Es por eso que Jóvenes Construyendo el Futuro es una oportunidad sin precedentes para que la industria farmacéutica en México apoye y capacite a la juventud mexicana. Hace un par de años, YouthEconomicOpportunities.org publicó su Informe de Capital Humano en el que solicitaron a las empresas en particular que “reconsideren su papel como consumidor de capital humano ready to use” para, en su lugar, “buscar, participar y desarrollar de manera proactiva el potencial de las personas”. Jóvenes Construyendo el Futuro nos dará la oportunidad de construir talento. Y todos sabemos que el talento es el factor clave que une la innovación, la competitividad y el crecimiento.
Mientras escribo esto, 33 de las compañías asociadas de AMIIF, así como la misma AMIIF, se han registrado en el programa para dar la bienvenida a jóvenes ansiosos por aprender. Lo que más nos entusiasma de este programa es que estamos seguros de que el aprendizaje será recíproco.
Cristóbal Thompson, Director Ejecutivo de la AMIIF
Publicado previamente en PharmaBoardRoom.