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El cáncer es uno de los mayores desafíos para la salud de nuestro tiempo y una de las principales causas de muerte en todos los rincones del mundo. En las próximas dos décadas se espera que alcancemos 29 millones de nuevos casos de cáncer cada año, la mayoría de ellos en países de ingresos bajos y medianos.

La única manera de evitar esas demoledoras estimaciones es diagnosticar de manera temprana y tener acceso al tratamiento de manera oportuna. Para lograr eso, un aliado serán los datos. De ahí que los Registros Nacionales de Cáncer sean una plataforma indispensable para tener un panorama detallado del cáncer (incidencia, tipos de cáncer, edades, género, diagnóstico, tratamiento y sus resultados) y construir políticas públicas basadas en evidencia.

A propósito del Día Mundial contra el Cáncer, que se conmemora cada 4 de febrero, hay que echarle un vistazo a los avances que ha registrado Estados Unidos: la mortalidad por cáncer entre 1991 y 2018 se redujo 31%, es decir, se evitaron 3.2 millones de fallecimientos, según el más reciente reporte de la Sociedad Americana contra el Cáncer publicado en enero.

Esa disminución a largo plazo de la mortalidad se debió a la reducción del tabaquismo, una detección más temprana y a mejoras en terapias y tratamientos. Las reducciones más notables se identificaron en cuatro tipos de cáncer: pulmón, mama, colon y próstata, según la organización.

Cáncer de pulmón representó casi la mitad (46%) de la disminución general de la mortalidad por cáncer en los últimos cinco años, y generó una caída récord de 2.4% entre 2017 y 2018 por segunda ocasión consecutiva.

La importancia de nuevas terapias

La industria farmacéutica se esfuerza por desarrollar más y mejores tratamientos y fármacos para atender esta enfermedad. Por ejemplo, solo el año pasado (2020) la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés), en EUA aprobó más de 30 tratamientos y fármacos para los cánceres que a continuación se enlistan:

  • Dos nuevos tratamientos para pacientes con cáncer de pulmón de células pequeñas y nueve para tratar diversas formas de cáncer de pulmón de células no pequeñas, dos de los cuales también fueron aprobados para tratar a pacientes con ciertos tipos de cáncer de tiroides.
  • Cuatro nuevas terapias para tratar a pacientes con diversas formas de cáncer de mama.
  • Dos nuevos tratamientos para ciertos pacientes con cáncer urotelial, que es un cáncer que comienza en células llamadas células uroteliales en el sistema urinario.
  • Un nuevo tratamiento de primera línea para pacientes con un tipo de cáncer de colon que se ha diseminado a otras partes del cuerpo o para los que la cirugía no es una opción.
  • Dos nuevas terapias para el tratamiento de determinados pacientes con formas de cáncer de próstata.
  • Una nueva aprobación para el tratamiento de determinados pacientes con cáncer de vejiga que no responden favorablemente al tratamiento de primera línea.
  • Aprobación de nuevas terapias para tratar a pacientes con cánceres raros.
  • Tres nuevos tratamientos para pacientes con mieloma múltiple, un cáncer poco común que se forma en los glóbulos blancos llamados células plasmáticas, que combaten las infecciones.
  • Un nuevo fármaco para el tratamiento de pacientes con neuroblastoma refractario o recidivante de alto riesgo, un tipo muy raro de tumor canceroso, que a menudo se encuentra en las glándulas suprarrenales y que casi siempre afecta a los niños.
  • Un nuevo fármaco, en forma de tableta, aprobado para el tratamiento de pacientes con cánceres de sangre raros, síndromes mielodisplásicos y leucemia mielomonocítica crónica, muchos de los cuales se beneficiarán de tomar tabletas autoadministradas en lugar de tener que ir al centro de atención médica para recibir inyecciones de otros tratamientos.
  • Dos nuevos medicamentos para tratar a ciertos pacientes con tumor del estroma gastrointestinal, un tipo raro de cáncer que comienza en células nerviosas especializadas ubicadas en las paredes del sistema digestivo.
  • Un nuevo fármaco para el tratamiento de ciertos pacientes con sarcoma epitelioide, un tipo de cáncer poco común de crecimiento lento que a menudo comienza en el tejido blando debajo de la piel de un dedo, mano, antebrazo y la parte inferior de la pierna o pie.
  • Un nuevo fármaco para el tratamiento de ciertos pacientes con un tipo específico de colangiocarcinoma metastásico (cáncer de vías biliares).
  • Un nuevo fármaco para el tratamiento de ciertos pacientes pediátricos, de dos años de edad o más, con neurofibromatosis tipo 1, un trastorno genético del sistema nervioso que hace que los tumores crezcan en los nervios.
  • Un nuevo uso de dos medicamentos ya aprobados por el regulador estadounidense que se usarán en combinación para tratar a pacientes con mesotelioma, un tipo de cáncer causado por la inhalación de fibras de asbesto.

En contraste, en México no se aprobó ninguna nueva terapia en 2020. Es entendible la presión por la que pasan los sistemas de salud ante la pandemia. En junio pasado, la Organización Mundial de la Salud informó que el 42% de 155 países encuestados había interrumpido parcial o totalmente los programas de tratamiento para el cáncer. Pero es fundamental que los pacientes tengan acceso a las nuevas terapias que pueden hacer una diferencia en su calidad de vida. La innovación solo tiene sentido si llega a las personas que lo necesitan. 

City Cancer Challenge ha señalado que la COVID-19 ha transformado súbitamente la forma en la que las instituciones trabajan con los pacientes que padecen enfermedades crónicas no transmisibles, y que es particularmente complejo para los pacientes con cáncer. Por ello es necesario “no solo encontrar soluciones innovadoras para adaptar los procesos a fin de dar continuidad a la prestación de los servicios de atención oncológica y mantener el control de la enfermedad”; sino echar mano de las innovaciones que marcan un antes y un después en la manera en la que tratamos el cáncer.

Checa aquí la lista de medicamentos en desarrollo para el cáncer, según un reporte de PHRMA.

La situación en México

El cáncer es la tercera causa de muerte en el país, toda vez que el 14% de las defunciones registradas es por esta enfermedad, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud.

En México se diagnostican 191,000 casos de cáncer al año, de los cuales 84,000 fallecen. El cáncer más frecuente es el de mama, con 27,500 casos por año, seguido del de próstata (25,000), colon (15,000), tiroides (12,000), cervicouterino (7,870) y de pulmón (7,810), según la dependencia.

En tanto, el cáncer de mama ocasiona 7,000 defunciones al año; el de próstata, 6,900; el de colon, 7,000; el de tiroides, 900; el cervicouterino, 4,000, y pulmón, 6,700.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en 2018 se registraron en México 190,667 casos de cáncer y 83,476 defunciones.

La carga del cáncer se puede reducir mediante la implementación de estrategias basadas en la evidencia para su prevención, tamizaje, detección temprana, tratamiento y también para mejorar el acceso a los cuidados paliativos, según la OPS.

Además, advierte que si no se toma acción para 2030 el número de personas recién diagnosticadas con cáncer aumentará en 32%, y ascenderá a más de 5 millones de personas por año en las Américas, debido al envejecimiento de la población, los cambios en los estilos de vida y a la exposición a factores de riesgo, como el consumo de tabaco y alcohol.

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