El desafío mayor para los países frente a la COVID-19 no es el desarrollo de vacunas, sino la aplicación eficaz de las dosis, así como la distribución y la producción de insumos, coincidieron el director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF), Cristóbal Thompson, y el CEO de Mabxience, Esteban Corley.
“Tuvimos la suerte de desarrollar vacunas pronto y ahora el reto es la ejecución, tener información para saber quién se vacunó. En México ahora solo se tiene la vacuna de Pfizer, pero en unos meses habrá más, y el reto será tener claro cuál me toca, cuándo me toca, a dónde tengo que ir”, expuso este martes Thompson durante la reunión del Business at OECD (BIAC) sobre salud en América Latina.
El directivo consideró que los sistemas de información sobre vacunación están desarticulados y que hay lecciones importantes que aprender de las mejores prácticas de vacunación en el mundo para evitar potenciales problemas, como la mezcla de vacunas en los pacientes, así como reducir lo más posible el desperdicio de dosis.
Thompson expresó que el desarrollo de vacunas contra esta pandemia va de la mano de insumos claves que están fuera del campo de acción de los desarrolladores, como la producción suficiente de vidrios para viales, o la logística para atender la demanda global.
El director de la AMIIF respaldó además la seguridad y eficacia de las vacunas al afirmar que no se han tomado atajos para sus aprobaciones sanitarias y que si ha sido posible desarrollar estas vacunas en un tiempo récord es gracias a un sólido ecosistema de innovación que pudo ponerse en marcha tan pronto como se declaró la pandemia.
Ahora, dijo Thompson, nos toca transmitir esta confianza, difundir información científica sólida y acompañar a la autoridad en la difusión y los esfuerzos de vacunación.
En temas que no están directamente relacionados con COVID-19, Thompson reiteró que en el caso particular de México se deben agilizar los sistemas regulatorios porque aún hay demoras para la aprobación de productos, lo que al final perjudica a los pacientes.
Recordó que la puerta de entrada al mercado para el sector farmacéutico es el área regulatoria, por lo que Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) debe acelerar su transformación hacia lo digital, como lo están haciendo otros países.
Expuso además que se requiere impulsar más el desarrollo de investigación local, que faltan políticas públicas que ayuden a atraer la investigación en México, y que la integración con la academia es baja comparado con otros países.
Apuntó que entre los retos que tiene América Latina en materia de salud pública están mejorar la calidad de los servicios de salud, así como la detección temprana de enfermedades y apoyarse en las herramientas digitales para hacer más expedita la atención de pacientes.
En tanto, el director de Mabxience declaró que posiblemente habrá errores en la ejecución de la vacunación porque el mundo está aprendiendo a diario sobre la pandemia del SARS-CoV-2.
Corley dijo que los países tienen que dar un salto tecnológico para hacer el seguimiento de cada uno de los pacientes en tiempo real y hacer geolocalización a fin de eficientizar las vacunaciones.
“El desafío no es solo el ensayo clínico o la prueba de un nuevo producto, sino la distribución, garantizar que le llegue a todo mundo y que el producto tenga un valor razonable”, destacó.
Coincidió con el director de AMIIF en el sentido de que uno de los grandes retos en el contexto de la pandemia está en la esfera industrial. “No es un problema de innovación o tecnológico sino industrial, y tiene que ver con producción de agujas, jeringas, envases, tapones, etc.”, destacó.
Ambos ponentes reiteraron la importancia del trabajo conjunto y coordinado de los países para enfrentar lo mejor posible los retos de esta pandemia, porque solo así se saldrá adelante.